Manuel Pérez fotografiado por Julia Moll Pons.

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Manuel Pérez (Ciutadella, 2000) estudió diseño gráfico, pero reconoce que siempre ha tenido una inquietud artística más allá de ese campo. Algo que se podrá comprobar a partir del próximo lunes, cuando inaugure su primera exposición en el Espai Sant Josep, donde se podrán contemplar las obras del proyecto «Es cel era cendra». Montaje en el que predomina el arte plástico, con los óleos sobre lienzo como principal elemento, pero que está concebido a modo de instalación, «es como el atrezo de una obra de teatro, por decirlo de alguna manera», resume el joven artista .

Pérez ha llevado desde siempre dentro una necesidad de contar historias. «Quería que mi primer proyecto explicase quién soy, una oportunidad de presentarme a través de mis recuerdos o de las ruinas que me hacen ser lo que soy ahora», argumenta. Una senda creativa que arranca como un proceso de investigación «de las cosas que me habían golpeado, que me habían marcado y transformado de alguna manera», resume.

La obra «Autoretrat»

El creador sintió la necesidad de apoyarse en algo físico para contar lo que tenía en mente y hacerlo de una forma metafórica. Inmerso en su trabajo de fin de grado en diseño, se planteó cómo podía abordar el proceso para hacerlo entendible y aparecieron las ruinas talayóticas. Analizó su tipología y las relacionó con aspectos de su vida que le habían marcado. Del «diálogo» de esos dos elementos, surge el material de «Es cel era cendra».

En definitiva, la exposición aborda una cuestión sobre la condición de ser insular y cómo ello influye en la vida. «Haber nacido en un sitio donde predomina el viento, las piedras y estamos rodeados de agua, pues te afecta de una u otra manera; esa es la investigación que he hecho». La disposición de las obras, ordenadas cronológicamente en el diseño de la muestra, en cuya logística ha colaborado también Júlia Moll Pons, marca la ruta vital del artista desde «el día que nací hasta el presente». En la exposición conviven «mi imaginario, mis referentes y mi manera de trabajar», tres elementos que son la principal guía de un trabajo «bastante conceptual y que va ligado a muchas metáforas».

La obra «Cendra».

Concluye Pérez que «Es cel era cendra» no marca un camino concreto en su obra, «no me cierra como arista, sino que me abre a nuevas puertas». Una carta de presentación que se podrá visitar hasta el 11 de enero. El hecho de que se muestre en invierno tiene su propósito, lejos de una temporada turística alta en la que han surgido proyectos privados «que te acercan el arte, pero desde un punto lejano». Un planteamiento que dista del de Pérez: «El principal objetivo de esta exposición es que la vea la gente de aquí».