La película llegaría a Mahón con una versión reducida y con un año de retraso. Era la película que todo el mundo estaba ansiando ver. Así era el rezo publicitario que anunciaba en las salas privilegiadas donde la Fox concedía su exhibicion... «La épica de un rodaje irrepetible». A finales de los 50 la imparable llegada de la televisión a los hogares unido al final del monopolio de los estudios sobre sus salas de proyección y el fin del sistema estrellas convulsiona a Hollywwod entero. La 20th Century Fox resultaría el estudio más vulnerable de todos incluso teniendo en nomina a John Wayne, Elvis Presley, Ingrid Bergman y el legado de las película de Marilyn... Walter Wagner, un productor independiente, entra en Fox y decide que un título de la etapa del cine mudo como «Cleopatra» sería un buen proyecto para salvar de la situación al estudio. Consentimiento aceptado por los magnates de la compañía y se decide un ejercicio de cinco millones de dólares para la producción, ante éxitos recientes de otros estudios como «Los diez mandamientos», «Ben-Hur», «Espartaco»... para palidecer la competencia televisiva. En 1959 comienza el periplo de rodar «Cleopatra» fuera de EEUU, concretamente sería Londres donde los dividendos resultarían más rentables, sin contar con el clima de la ciudad, que, una vez construidos los decorados, no serán utilizables para el rodaje. Tampoco director y actores no resultan eficaces y son despedidos.
Wagner sigue con sus treces de rodar la película y contrata -era su sueño- a Elizabeth Taylor con un cheque de un millón de dólares y el rodaje en sistema Todd-Ao y la filmación en Italia y España. Comienza sobre el set de «Cleopatra» las más controvertidas situaciones para el rodaje de una pelócula. El nuevo director impuesto por la Taylor, Joseph L. Mankiewkz, ganador del Oscar, se hace cargo del guion y rueda con mano maestra un espectáculo de proporciones llegando a la opulosidad.
Los gastos superan lo imprevisible y sobre la producción cae un diluvio de desastres tan incontables que no hay suficientes páginas para redactarlo, las huelgas, los sobornos, las enfermedades, denuncias, escándalos y hasta la propia muerte de la protagonista, que es salvada en situación extrema. 2.154 trabajadores sin control están trabajando para la película que las noticias hacen que Fox entre en bancarrota, y aún falta el más grande de los escándalos, un adulterio del que se preocupan los paparazzi de llenar las publicaciones diarias de la prensa y revistas... «Cleopatra» sigue su curso... los gastos llegan a mas de treinta millones...El diario «L’Osservatore» del Vaticano exige la expulsión de la Taylor por pecadora pública y algunos países denegarán su proyección. Mankiewickz termina agotando el rodaje y marcha a Hollywwod con 137 mil metros de película con una duración estimada de cinco horas y media. Su gran espectáculo es rechazado por el magnate de la Fox y reduce la película a 4 horas recurriendo al affaire de los dos protagonistas que rendirá en taquilla. Las entradas anticipadas ya son el delirio y se venden con meses de anticipación. El cine Rivoli de Nueva York será el escenario del primer pase de la película, algunos pagan 100 dólares para el estreno y se revenden entradas a tres veces más del coste habitual. No es un fracaso, pero por su desbordante coste no hay suficiente taquillaje para recuperarlo. La Academia la recompensa con nueve nominaciones al Oscar.
Solo recibe 4. Su escándalo lo paga. Al final el grandioso espectáculo que el público verá valdrá la pena pagar más. «Cleopatra» ha costado al final 44 millones de dólares, lo jamás concebido por ninguna productora. Pero sobre la faraona cae aún más la maldición, la Fox reduce la proyección a solo tres horas y diez minutos para el mercado internacional. Taylor y Mankiewkz repudian la película y el director afirma que no sabe lo que está viendo en su primer pase. «Cleopatra» llega a España el 2 de diciembre de 1963, seis meses después de su estreno en los EE.UU. Algunos no aconsejan su visión por inmoral, pero alcanza los 350 días ininterrumpidos de éxito en el mismo local de estreno. Las escasas copias y la retención de éxito del film hacen que la reina de Egipto llegue a Mahón un 3 de noviembre de 1964 en el Teatro Principal, casi un año después de su estreno, pero el boca a boca y la pareja Taylor/Burton hacen de ello un éxito aplastante. Nunca se había hablado tanto de una película... En la reposición en el cine Alcázar en su formato Todd-Ao 70 mm, el público seguiría rendido y la pantalla daba al espectador más de lo que había pagado. «Cleopatra», un título para la gloria del cine. La belleza hecha imagen... La imagen hecha belleza... La belleza hecha mujer.
1 comentario
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... me quedo con ese pequeño detalle, que los de siempre intentaron boicotearla por todos los medios, y eso que no era un peplum de los contemporáneos, que tocaban temas confesionales, tan gratos en esa época... son tan patéticos, que al final logran el efecto contrario, como con Harry Potter o las Aserejé... creo que por debajo seguro que se llevan alguna comisión por publicidad...