El investigador Juan Negreira Parets | R.C.

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La revista «Ares», publica en su último número un dossier, redactado por el investigador Juan Negreira, que propone declarar «ruta de la memoria» los lugares y espacios de Menorca donde, durante el verano y otoño de 1936, después de la sublevación militar de julio, fueron asesinadas numerosas personas sin juicio ni ninguna garantía legal.

Negreira Parets, autor de la obra «Menorca 1936. Violencia, represión y muerte», que ya acumula tres ediciones -una a cargo de la asociación «Menorca, historia y concordia», afirma que «una de las conclusiones fundamentales de lo ocurrido en Menorca consiste en que no todos los militares y civiles asesinados denominados sublevados lo eran, ni de cerca».

«Si la sublevación militar fracasó en esta Isla -añade Juan Negreira- fue precisamente porque faltó lo más fundamental: una unidad de criterio y una firme voluntad de vencer». Cuando el general Goded confirmó su fracaso y detención, Menorca cayó bajo el control de los suboficiales en un efecto dominó.

Robos, saqueos y asesinatos

Negreira sostiene que «en Menorca, en 1936 no se ejecutó ni fusiló a nadie; se produjeron detenciones ilegales ordenadas por una supuesta máxima autoridad militar, cometiendo sobre robos, saqueos, torturas y asesinatos. No solo sobre civiles y militares que no se habían significado con la sublevación, sino incluso en contra, como fue el caso del capitán Gil Alós».

«Ruta de la memoria»

El contenido central de este trabajo de investigación de Juan Negreira consiste en la declaración de la «ruta de la memoria». «Propongo -plantea el autor- un itinerario de los lugares donde se produjeron hechos luctuosos, de asesinato y muerte, sin que sus víctimas tuvieran ningún tipo de juicio previo ni causa alguna, más que el hecho de ser católico, propietario, militar o clérigo».

Describe los hechos ocurridos entre julio y noviembre de 1936 con la ubicación de cada uno de ellos en la geografía insular.