El montaje artístico llega a Pedra Viva después de su espectacular paso el pasado verano por el programa del Festival Grec de Barcelona.    | ÀLEX RADEMAKERS

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Seguir la pista a Raül Refree no es fácil por el gran número de proyectos en los que participa, pero siempre acaban llegando noticias por los éxitos que cosecha. Inició su carrera en el rock con Corn Flakes en los 90 y desde entonces ha desarrollado una prolífica trayectoria en solitario y también como productor (Rosalía, Silva Pérez Cruz, Rodrigo Cuevas, El Niño de Elche…).

El artista es noticia porque este viernes (21 horas) aterriza en el festival Pedra Viva con «Evoé!», un recorrido por los referentes ceremoniales de catarsis y posesión colectiva del sur de Italia, al son de la pizzica y la tarantela. Una propuesta de la que también son partícipes la cantante Maria Mazzota, las voces del Cor Plèiede y Jordi Oriol en la dramaturgia.

Refree no se atreve a decir «qué es novedoso o no» cuando se le pregunta sobre si es lo más diferente que ha afrontado. «Lo que sí sé es que es la propuesta en la que más he entrado en las artes escénicas», confiesa. Ha sacado a la luz su vertiente más dramática o teatral, un reto para alguien que siempre piensa «en patrones, en música y no en espacios».

Raül Refree.

Y hablando de estos últimos, llevar la obra a un escenario montando en una cantera (Pedrera de Cala en Blanes) es algo que le seduce especialmente. «Todo lo que sea mover las obras de donde se entiende que deben ser hechas y trasladarlas a espacios distintos me parece interesante y una motivación extra. Siempre digo que me afecta mucho donde toco. Tengo curiosidad por ver cómo reacciono entre tanta piedra», avanza.

Según la RAE, Evohé es un grito  para aclamar o invocar a Baco. Y el montaje que lleva ese título supone de alguna manera una vuelta a la esencia del pasado. «Al final, hemos encasillado la música mucho en un formato de diversión, de ir a conciertos grandes, de cantar y pasarlo bien, y me parece bien, pero históricamente ha sido creada para satisfacer necesidades humanas. Y ese momento de trance es necesario para perder un poco la conciencia de uno mismo y poder expresarse de una manera que no podía hacer en sociedad», dice Refree.

Acostumbran a definir al artista como un investigador incansable del mundo de los sonidos. Descripción que acepta, por lo positivo del mensaje, pero lo aclara: «Siempre he tenido la necesidad constante de cambio, pero porque    me aburro muy pronto de mí mismo. Estar en esa perpetua búsqueda también es muy cansado, pero me lo paso muy bien». Refree se ha movido en espacios de tiempo muy pequeños con muchos estilos diferentes, del flamenco a la música italiana, por poner un ejemplo. «Puede que sea un defecto de fábrica, pero me cuesta visualizar la separación entre géneros, veo la música como un todo», defiende.

El apunte

El punk más allá del estilo musical, «una actitud para afrontar las cosas»

«Soy quien soy y entiendo la música como la entiendo porque he tenido la suerte de trabajar con tanta gente que me ha enseñado tantas cosas», reconoce el músico, que empezó con el rock y de cuyo espíritu no se ha despegado. «Hay algo de la actitud gamberra y del punk de cuando empecé que he mantenido y que sigue conmigo. El punk se entiende a veces estrictamente como un movimiento musical, pero para mí es más una actitud de cómo afrontar las cosas, de plantearte siempre lo que sabes y romper con las normas que te han enseñado, intentar olvidarlo todo y afrontarlo como un niño pequeño», concluye.