En 2020, cuando a Daniel Vidal Moya (Alaior, 1994) le pidieron en el centro de buceo en el que trabajaba algunos textos para el blog de la empresa, este graduado en Biología les hizo llegar dos artículos, uno sobre la foca monje y otro sobre la posidonia. Fue entonces cuando se animó a crear un par de cuentos cortos en los que el protagonista viajaba al pasado «para bucear en los fondos marinos de otra época».Esos relatos fueron la semilla de lo que se ha convertido un su primer trabajo literario, «El eco del mar» (Letrame, 2024).
Un volumen extenso, de 620 páginas más otras 40 de bibliografía. Una serie de cuentos en los que la protagonista viaja cada vez «a un momento histórico distinto con el objetivo de bucear en un punto específico del mar menorquín para ver determinados animales, barcos hundidos o simplemente para disfrutar de los hermosos paisajes submarinos que hay en la isla», explica el autor desde Australia, donde actualmente reside y trabaja.
Mientras pasan las páginas de «El eco del mar», otros personajes cuentan qué sucedió en Menorca en cada año al que viaja. «A lo largo de la obra se va desvelando cómo funciona el sistema para poder viajar al pasado, distintos aspectos de esa sociedad del futuro y cómo es nuestra protagonista», añade el autor, quien asegura que los relatos se pueden leer de forma independiente, «aunque hay una línea argumental que los conecta».
En resumidas cuentas, estamos ante «una invitación a conocer la Menorca del pasado viajando al futuro. El objetivo de la obra es exponer el pasado de la Isla con sencillez, pero a mí, como autor, me apasiona volar hacia posibles futuros», asegura. Su debut en la escritura ha sido «un proceso largo, pero bonito».Y es que han pasado cuatro años desde que dio vida a las primeras líneas, aunque ha habido épocas en las que el libro ha quedado temporalmente aparcado. «Lo que sí es cierto es que necesitaba un proceso largo de investigación, escritura y edición para poder madurar y que haya salido como ha salido». De hecho, reconoce, «muchos capítulos han precisado un elevado tiempo de investigación en diversas bibliotecas de Menorca e internet para poder obtener la información más fiable y actualizada».
Los orígenes del menorquín en la escritura hay que buscarlos en 2017. Acabada la carrera y tras trabajar un año como instructor de buceo, inició un viaje por el sudeste asiático durante el que recogió toda la experiencia en un diario. «Esa disciplina me ayudó a mejorar algunos aspectos de mi escritura y quizás algún día publique todas esas experiencias», confiesa. A partir de aquel momento, siguió escribiendo textos cortos sobre sus «pensamientos y emociones, pero nada tan novelesco y extenso como ‘El eco del mar'», relata el escritor, que actualmente se gana la vida como biólogo y guía para nadar junto a mantas y tiburones ballena en aguas australianas. ¿Planes para regresar a la Isla? «Aún no he encontrado un lugar tan bello, mágico y con tanta calma como Menorca. La isla siempre te llama para que vuelvas», responde.
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Què guay, Dani! Amb moltes ganes de llegir es teu llibre! Moltes felicitats!