La novela le ha llevado tres años de documentación y otros tantos de escritura y corrección. Pero, ¿cómo se cruza Juan Prim en su camino? Pues todo tiene que ver con un curso de escritura creativa en el que estaba matriculado. Uno de los ejercicios que le propusieron era escribir una escena de una novela histórica, y él decidió adentrarse en la conversación entre los dos médicos que atendieron al general tras el atentado. «El comentario del profesor fue que ahí tenía una buena novela histórica, pero lo dejé pasar de largo», rememora.
El caso es que el curso duraba tres años, y en el segundo se planteó un ejercicio similar. «Retomé la escena y me insistió en el tema, así que decidí probar», continúa el escritor, que a medida que fue avanzando se sintió más atraído por los entresijos de «un misterio que aún está por resolver... Tras cinco años de investigación nunca se culpó a nadie. En teoría no se sabe quién fue». Sin embargo, tras leer toda la documentación que pudo encontrar y los periódicos de la época «llegué a una conclusión», reconoce. «A medida que avanzas en la investigación, vas atando cabos», adelanta sobre la conclusión de la novela.
Un poco de luz literaria a uno de los magnicidios más famosos de la historia de España, cuyo enigma sigue perdurando en el tiempo.En ese sentido, cabe recordar que en 2012 se formó la ComisiónPrim, dirigida por Francisco Pérez Abellán, un catedrático especializado en medicina forense. Un proceso durante el que se exhumó el cuerpo del que fuera presidente del Gobierno, pero que terminó «sin ninguna conclusión sobre los culpables».
Cortés, que ha buceado durante mucho tiempo en los archivos digitalizados de la Biblioteca Nacional de España para leer «La Gaceta de Madrid», es consciente de la importancia de agarrarse al rigor histórico. El 90 por ciento de los personajes que aparecen en la novela, que son cerca de una treintena, son reales. Tan solo ha ficcionado el rol principal, a quien encargan resolver el crimen, el de un secundario y el entorno de ambos.
Con prácticamente todo el material anterior autoeditado, y siempre apostando mucho por el libro electrónico, esta es la primera vez que Cortés publica con una editorial, en este caso una firma especializada en novela histórica y en cuyo catálogo figuran títulos de Robert Graves, autor de «Yo, Claudio».
El autor menorquín no sabe en qué medida «Conspiración» puede marcar un punto de inflexión en su carrera. «Espero que así sea», confiesa entre risas el escritor, quien rememora cómo «la primera vez que leí un libro entré en un universo inesperado, tuve claro lo que quería. Lo que hago es seguir formándome continuamente, porque las técnicas y los lectores van cambiando. Creo que el día que dejaré de escribir será el día que me muera», concluye.
El apunte
Primera entrega de una trilogía centrada en el siglo XIX
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