Las 'taules' de Menorca, ¿una puerta al mundo de los dioses?

Ahora una visión novedosa expuesta recientemente en la conferencia del Museu de Menorca Portes al món simbòlic: Una nova interpretació sobre els Recintes de taula de los arqueólogos Antoni Ferrer, Irene Riudavets, Gerard Remolinos y Cristina Bravo abre las puertas a una nueva posibilidad.

La charla, adjunta en vídeo a esta información, expone una nueva hipótesis publicada recientemente, que plantea que los recintos religiosos que albergan las taules menorquinas siguen el mismo esquema que las casas de la época. En este contexto, las taules serían representaciones simbólicas de una puerta que conectaría, dentro de las creencias talayóticas, el mundo material y convencional con el mundo de las divinidades.

Algunas visiones populares apostaron porque las taules de Menorca habían sido caprichos de gigantes que habitaron la Isla en tiempos incipientes. Ya en el siglo XIX Joan Ramis i Ramis, en su obra Antigüedades célticas de la isla de Menorca, consideró que estas sirvieron como altares de sacrificios. Émile Cartailhac, sin embargo, planteó que las taules constituirían el pilar central de un edificio y que servirían para soportar la cubierta del mismo.

Ya en el siglo XX Margaret Murray rechazó esa teoría y propuso que la taula es un elemento puramente simbólico, que representaría la divinidad de la cultura talayótica, una idea que recoge Josep Mascaró Pasarius y depura, relacionándola con la representación esquemática de un toro, venerado no solo en Mallorca –recordemos els Bous de Costitx– sino en numerosas culturas prehistóricas del Mediterráneo.

De este modo, puede afirmarse que existe un cierto consenso científico en la consideración de que las taules de Menorca, grandes megalitos de varias toneladas de peso, cumplirían para sus creadores una función más religiosa y espiritual que práctica.

El término taula hace referencia, en sentido estricto, al elemento central en forma de «T» de un tipo de edificio conocido como recinte de taula. Este elemento central está construido con dos losas rectangulares de gran tamaño, que pueden sobrepasar los cuatro metros de altura. La losa vertical recibe el nombre de piedra de apoyo mientras que la superior, horizontal, es la piedra capitel.