El artista ha apostado este año por una instalación por módulos: un panel principal permanente sobre la pared con la reproducción de la obra de Da Vinci y los gatos, que durante el día se complementa con un cuadro de la imagen principal | Josep Bagur Gomila

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Confiesa el pintor menorquín Carlos Mascaró que, en lo que se refiere a su participación en el festival Street Art de Ciutadella, creía haber cerrado un ciclo el pasado verano con la culminación de su trilogía de temática felina. Sin embargo, no ha podido evitar caer en la tentación de sumarse un año más a la propuesta cultural impulsada por la entidad comercial Ciutadella Antiga. Bastó que unos amigos le recordaran con numerosas fotografías lo mucho que sus gatos habían «viajado» por el mundo gracias al festival para volverse a poner manos a la obra.

La de Mascaró fue este viernes la primera intervención efímera (se retirará, como es costumbre, después del verano), en una pared de la calle El Roser, la misma que hace unos años acogió a su primera obra del Street Art, su particular reinterpretación de «La Lechera» de Vermeer. En ese mismo espacio ha querido ahora rendir homenaje al personaje de Leonardo Da Vinci en el año que se está conmemorando el 500 aniversario de su muerte, y lo ha hecho tomando en este caso como base una de sus obras más emblemáticas, «La Gioconda».

El menorquín firma conjuntamente con el artista del Renacimiento una intervención rebautiza como «La Moixoconda Menorquina», en la que la Mona Lisa estrecha entre sus manos un gato, mientras otros dos miran atentamente desde el suelo. Estaba claro que el elemento menorquín no podía faltar en la composición, y es por ello que al fondo se puede ver una taula. El emblemático elemento patrimonial fue según Mascaró lo más complicado: «Lo de los gatos se soluciona con técnica, pero el gran reto era integrar la taula para que encajara con el estilo de Leonardo».

La «Moixoconda» es fruto de esos periodos de descanso que el artista se toma entre sus obras serias: «Creo que el festival es un campo idóneo para intentar sacar una sonrisa al espectador». Lo del Street Art, dice, es algo que le ayuda a tomarse un respiro después de su «meticuloso trabajo» en el taller: «Mi profesión no me divierte, mi profesión me entusiasma, me emociona y es una pasión», sentencia.

En lo que se refiere a Leonardo Da Vinci, Mascaró lleva tiempo trabajando para la «charla visual» que sobre él ofrecerá a finales de año en el Ateneu de Maó. Sin embargo, el italiano no figura entre sus grandes referentes pictóricos. «Con el permiso de Velázquez, para mí la santísima trinidad la forman Vermeer, Rembrandt y Caravaggio», concluye.

Ciutadella acogerá los próximos 20 días cerca de 30 intervenciones

El festival de arte efímero organizado por Ciutadella Antiga, que nació en 2011, ha ido ganando en popularidad año tras año gracias a sus atractivas intervenciones. La fama del Street Art crece y también el número de artistas interesados en participar, según reconoce el responsable del programa cultural, Macià Coll. Este año se ha batido el récord de peticiones, con 35 propuestas, entre las que se han seleccionado a 24 firmas, algunas de las cuales participará con más de una intervención. Las obras irán apareciendo progresivamente en diferentes rincones de la ciudad durante los próximos 20 días.