Semana intensa donde las haya. Satisfacciones varias y situaciones surrealistas se revuelven a su vez en un sofrito donde, por suerte, la cultura propia resulta de nuevo por encima de todo.Ergo, como queríamos demostrar desde los primeros tiempos de este dominical, el mundo no sólo aparenta sino que es –aunque en ocasiones dramáticamente– de lo más kafkiano. Y lo es con todas las de la ley, porque de no serlo ni esta esfera se llamaría Tierra ni esta sociedad se vendería como humana.
Lourdes Fernández dimite del frente de ARCO e Ifema encarga la búsqueda del nuevo director a una firma de cazatalentos. Suena areality, pero fortalecer el arte emergente es, aunque no lo crean, cosa seria.
Los últimos días se suceden entre lluvia, un ciclón y otro abandono cuando Milagros del Corral hace lo propio con la Biblioteca Nacional. El Gobierno decide suprimir esta dirección general para recortar gastos, pues como ya sabemos en eso de rebajar costes la cultura siempre se lleva la palma.
Una encuesta de la Fundación Gadeso adelanta que los ciudadanos creen como principal causa de la desafección política el clima de la crispación en las instituciones y la incapacidad de los políticos a la hora de plantear soluciones a la actual crisis económica. Por sorprendente que parezca, la corrupción ocupa el tercer lugar, y es así porque el tren siempre pasa para los mismos.
Regla de tres simple: la participación en las urnas del pueblo es proporcionalmente inversa a la profesionalidad de cierta clase política.
Hasta el próximo junio.
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