Los animales de compañía aportan cariño, compañía y mejoran nuestra autoestima. Pero además de todo ello, pueden disminuir el estrés, mejorar la salud del corazón e, incluso, ayudar a los niños con sus habilidades emocionales y sociales. El poderoso vínculo entre las personas y los animales de compañía es mutuamente beneficioso. Simplemente ver a un niño jugar con un perro o un gato, o a una persona mayor disfrutando del cariño de un animal, realza los beneficios mutuos y la interdependencia de la relación.
Lo que está claro es que su presencia convierte un hogar en un lugar más feliz. Por eso, es importante que les garanticemos una vida sana y saludable con servicios profesionales. Su alimentación es uno de los principales pilares para lograr esta calidad de vida. En las tiendas dedicadas a la venta de alimentación para animales encontraremos una atención personalizada, de proximidad y con los mejores productos adaptados para cada tipo de animal. Y sobre todo, con buenos consejos para el bienestar de nuestros compañeros a cuatro patas. Asimismo, los centros veterinarios cuentan con profesionales con una experiencia más que constatada. Brindan un servicio de calidad, una atención exquisita y, sobre todo, garantizan y cuidan la salud de esos peludos.