La expedición del Marítimo posa con su comodoro, Toni Pomar. | Gemma Andreu

TW
0

El Club Martítimo de Mahón busca lustre en el Campeonato del Mundo de la clase Snipe que arranca esta semana en Argentina.

La guarnición de la entidad menorquina, única de la Isla que tomará parte en el evento, está compuesta por siete regatistas y tres equipos, en tanto que uno de sus integrantes, el brasileño Alexandre Tinoco, forma tripulación con el belga Manu Hens.

gg191024004 (8).jpg

El grupo en el puerto. | Gemma Andreu

Los tres equipos íntegros del Marítimo se reparten del siguiente modo: Jordi Triay y Enric Noguera; Manuel ‘Lolo’ Beltrán y Berni Mur; Marta Torner y Enrique Mir.

En las horas previas al desplazamiento a tierras argentinas, que se produjo este lunes, la ilusión en el seno de la misma era considerable, aunque del mismo modo existe prudencia y respeto de cara a un evento que reunirá a los mejores regatistas del mundo de la especialidad y en aguas, sino hostiles, sí desconocidas para la flota insular como sucede con el campo de regatas argentino.

Lógicamente, sobre la figura de Jordi Triay, actual doble campeón de Europa de la clase Snipe y experto en estas lides, y que comparte barco con Enric Noguera, se fundamentan las expectativas de éxito más elevadas de la representación menorquina (también en Tinoko, si bien, como hemos comentado, compite con pabellón de Bélgica), aunque lógicamente la ambición no es un factor negociable para ninguno de nuestros regatistas.

gg191024004 (3).jpg

Alexandre Tinoko, campeón mundial en 2011 y que no aparece en la foto de grupo al tener una regata el día que se hizo el reportaje.   

La competición, que tendrá lugar en la Dársena Norte de Puerto Madero, en Buenos Aires, que reúne 170 tripulantes provenientes de doce países diferentes, oficialmente alza el telón el día 24 (mañana jueves), si bien las regatas inician el 26 y concluyen el día 2 de noviembre. Los primeros días en el país argentino servirán para aclimatarse y combatir, con la mayor celeridad, el jet-lag que implica un viaje transoceánico.

La prueba será en agua salada (el elemento no es precisamente cristalino), lo que complica el modo de prever el viento), con corrientes y mareas. En suma, un reto más a superar por parte de la guarnición menorquina que el lunes se desplazó a Argentina con la intención de disfrutar, de competir y, de ser posible, de bañarse en lustre en el Mundial de la clase Snipe.