Paco de Haro, durante un entrenamiento en las instalaciones del CTT Alaior. | Gemma Andreu

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A lo largo de las últimas cuatro décadas se ha forjado en Alaior una cultura y tradición en torno al tenis de mesa que le han convertido en uno de los focos de referencia en la materia, tanto a nivel insular como balear.

Sin poder llegar a competir con prácticas tradicionalmente mayoritarias como el fútbol o el baloncesto, ambas muy enraizadas en lo que hace ocho siglos se conoció como la alquería de Ihalor, el tenis de mesa ha sabido labrarse en cualquier caso su espacio en la población y en el presente su estado de salud es digno de mención, tal y como escenifica el actual Club Tennis Taula Alaior.

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Algunos de los integrantes del Club Tennis Taula Alaior, una de las cuatro entidades de la Isla que se dedica a la materia. Jóvenes y mayores forman la familia del club, fundado en 2010 y que tiene por ambición el ascenso a Segunda. | GEMMA ANDREU

Dotado de una sólida estructura técnica que lidera y organiza el reconocido entrenador sardo Gian Marco Orrú, provisto de una cantera en la que se presumen varios talentos en ciernes y con un equipo senior que brilla y opta a lo máximo en el escenario balear, la génesis de todo eso nos remite a inicios de los años 80 (o quizá más atrás incluso), al colegio Doctor Comas y a la figura de nuestro protagonista, Paco de Haro (Maó, 1948), actual presidente y uno de los principales impulsores en Alaior del coloquialmente llamado ping pong, quien además, a sus casi 76 años todavía se mantiene en plena forma y en competición.

De Haro empezó con sus primeros raquetazos «siendo un niño, en mi ciudad, Maó, cuando era un chaval, allá en la Falange, en el Carrer Nou», evoca en estas páginas, de lo que habrán discurrido ya «unos sesenta años», precisa.

Pasó el tiempo, «me casé, me establecí en Alaior y cuando mi primer hijo, (Paco, ahora un notable jugador) empezó el colegio entré en la asociación de padres, la APA, donde se planteó el tratar de impulsar alguna actividad deportiva; y me ofrecí con el tenis de mesa, para organizar el tema», detalla De Haro, que por supuesto no reparó o no pudo imaginar en aquel momento en lo que devendría lustros después.

Inicios

«Empezamos con unos 15-20 niños y teníamos solo una mesa vieja, aunque con el tiempo pudimos comprar una plegable y aquello ya era una pasada», sigue el veterano jugador y dirigente. «Únicamente había un club, en Ciutadella, además de nosotros, el ‘Doctor Comas’, y así se inició la competición a nivel insular», añade.

Paco de Haro (primero por la derecha en la tercera fila) con un grupo escolar del ‘Doctor Comas’, en el que también aparece su hijo.

Con antelación hubo algunos chicos que se dedicaron al tenis de mesa en Alaior, pero aquello «no tuvo continuidad», matiza De Haro, por lo que es de justicia admitir que la afición y tradición por este deporte que existe en la población tuvo su origen en aquella actividad extraescolar promovida en un centro de Primaria en mitad de los años ochenta del siglo anterior.

«Sí, sin duda fueron los inicios de la actividad aquí, donde ahora hay mucha afición», razona De Haro, que en total se mantuvo once años al frente del tenis de mesa por medio de su cargo en la APA escolar. Pero aquel sustancial crecimiento que la práctica experimentó y que no se detuvo estrenado el nuevo siglo, advirtió como consecuencia natural la creación de una nueva entidad, dedicada en exclusiva a la materia y desmembrada de cualquier linaje escolar que la atara al ‘Doctor Comas’, su viejo centro nodriza.

Club Tennis Taula Alaior

«Un compañero tuvo la idea y en 2010 fundamos el Club Tennis Taula Alaior, del que desde 2015 soy su presidente», responde De Haro. «El club ha ido creciendo, mejorando, sobre todo desde el fichaje de Gian Marco Orrú, un gran entrenador, que antes estaba en Ciutadella. La verdad, antes hacíamos ping pong, ahora es tenis de mesa, pues con él hemos aprendido mucha técnica, los entrenamientos son de mucha calidad, su presencia hace que podamos reclutar más jugadores y nos hizo subir mucho el nivel; estuvimos en Segunda, en Primera...», abunda De Haro, quien reconoce que «no se puede competir con el fútbol» en cuanto a licencias, pero por ejemplo hace alusión, orgulloso, a cómo «se llena de niños la Plaça des Ramal cuando montamos las mesas para los Jocs Municipals», de entre cuyo extenso ramillete de neófitos practicantes «siempre alguno decide a venir al club».

En términos más personales, Paco de Haro, que además de ser directivo y jugador tiene licencia de árbitro de primer nivel, reconoce ser un «apasionado» del tenis de mesa aún hoy día, luego de seis décadas de dedicación. «Sigo jugando porque me gusta mucho y es saludable hacer deporte, estoy habituado y no sufro… de hecho, cuando vamos a Palma a jugar, algunos me comentan ‘encara jugues?’», explica.

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Paco de Haro hijo, que el pasado 21 de septiembre se proclamó campeón de Menorca, junto al entrenador, Gian Marco Orrú, clave en la consecución de este y de otros de sus éxitos. | GEMMA ANDREU

Después de tantos años dedicado a la actividad, los momentos a rescatar son numerosos. Nuestro protagonista cita un par. «En 2016 estuve en el Mundial master, en Alicante, y en 2017 estuve en los Island Games de Gotland, donde además fui el abanderado de la delegación menorquina, al ser el deportista más veterano, lo que resultó una experiencia inolvidable», recuerda.

Por último, cuestionamos a Paco de Haro por los valores que transmite el tenis de mesa y por el estado de salud de la práctica en la Isla.

«El tenis de mesa es un deporte que fomenta la educación, el respeto, pues siempre que la bola da en el borde de la red o va al canto, se pide perdón. Y es un deporte muy completo, aquí los niños hacen piña y se divierten», comenta en relación a la primera cuestión.

Y sobre la segunda, De Haro entiende que en estos tiempos, «el tenis de mesa está en su mejor momento en la Isla. Vamos dando pasos al frente, cada vez hay más jugadores, más licencias, las relaciones entre todos los clubes menorquines es excelente, colaboramos de manera asidua entre nosotros», y paradigmático e indicativo también en ese sentido, termina nuestro protagonista, es que «en Alaior somos el único club de Balears con público en los partidos de Súper Balear, la gente anima y los mallorquines alucinan», termina Paco de Haro, jugador, presidente e icono del tenis de mesa en Alaior.

El apunte

Orrú alaba su longevidad y experiencia

Gian Marco Orrú, quien hace 17 años que dejó su Cerdeña natal para fijar su residencia en la Isla, es el máximo responsable deportivo del CTT Alaior, dice de su presidente y a la vez pupilo, Paco de Haro, que el poder mantenerse en activo a su edad (cumple los 76 en unos días) es «gracias a que físicamente está bien, pero este es también un juego mental, y él tiene mucha experiencia». Además, «hacer deporte a esa edad es positivo», añade Orrú, que por otra parte, cree que en Menorca, el tenis de mesa «está a un buen nivel de cantera», y que ir a más a nivel nacional «es una cuestión de dinero».