Plano cenital de un momento de la regata en Maó | Jordi Escandell

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La XX Copa del Rey Repsol de Barcos de Época se estrenó este jueves con viento de ‘llevant’ muy suave, tras una primera jornada suspendida por la falta del mismo, y un recorrido costero de apenas 6,5 millas náuticas. Las aguas de Maó volvieron a estar bajo la influencia de un anticiclón que obligó a las tripulaciones a exprimir cada pequeña racha. El Comité de Regatas también tuvo que esforzarse al máximo para completar la prueba inaugural. La salida se dio con dos horas de retraso.

Big Boats

Los veleros de la clase F15, con sus líneas pura sangre y sus colosales aparejos trapezoidales, coparon el podio de la clase Big Boats frente a adversarios que necesitan vientos mucho más fuertes para ofrecer su máximo rendimiento. «The Lady Anne» (1912), patroneado por Gonzalo Botín, se colocó al frente de la flota desde los primeros compases, aprovechando cada brizna de viento para sacar metros a sus dos principales rivales, «Mariska» (1908), que fue segundo, y «Tuiga» (1909), tercer clasificado. El líder invirtió una hora y veintitrés minutos y obtuvo una renta de casi cuatro minutos. «Viveka» (1929), «Hallowe’en» (1926), «Mariette» (1915) y «Orianda» (1937), que se estrenan en la Copa del Rey, cruzaron, por este orden, la línea de llegada. Es la primera vez en 20 años en que la regata organizada por el Club Marítimo reúne a siete unidades de más de 24 metros de eslora.

Época Cangreja

El esperado ‘combate’ entre los NY40 «Rowdy» y «Chinook», ambos diseñados por Herreshoff y botados en 1916, se saldó con la victoria del segundo, propiedad de Paolo Zanoni, cuya tripulación supo adaptarse mejor a las condiciones de poco viento y acabó sacando a su rival una ventaja de casi 5 minutos, mucho tiempo. A pesar de que los dos barcos han competido en numerosas ediciones en Maó, este jueves fue la primera vez que lo hicieron en la misma categoría, después de que la armadora del «Rowdy», Donna Dyer, decidiera recuperar la configuración original de su velero, sustituyendo su vela bermudiana por una de cangreja. El «Chinook» demostró mayor experiencia en el complejo manejo del aparejo trapezoidal.

Época Bermudiana

El «Comet», un Olin Stephens de 1949 patroneado por Marc Marciano, ganador en Maó en 2023, se situó al frente de la clasificación de la clase Época Bermudiana por delante del «Sonata» (1929). Ambos barcos navegaron a un buen nivel, adaptándose a las complicadas condiciones de la regata deeste viernes, y se postulan como las embarcaciones a batir, con el permiso del «Varuna» (Sparkman & Stephens, 1939), de Jehs Kellinhuseen, que cruzó la línea a pocos segundos del líder pero se ha visto relegado a la tercera plaza tras las compensación de tiempos.

Clásicos

El «Argos», de la armadora Barbara Trilling, un diseño de Holman & Pie construido en los astilleros Carabela, puso rumbo a la que podría ser su séptima victoria consecutiva en la Copa del Rey en la categoría de Clásicos, donde se citan las embarcaciones botadas entre 1950 y 1975. La tripulación liderada por el español Eduardo Méndez sacó cuatro minutos en tiempo corregido al segundo clasificado, el «Crivizza» (1966), de Alan Buchanan, y siete al tercero, el «Ojalá II» (1973), armado por Susan Carol Holland, poniendo de manifiesto una vez más su dominio del campo de regatas de Maó incluso en las situaciones más complejas. El «Argos» ya viene de ganar la Illes Balears Clàssics del Club de Mar.

Espíritu de Tradición

En Espíritu de Tradición, el «Calima» (1970), patroneado por Pachi Rivero, una de las grandes referencias de la vela oceánica española, busca también agrandar su leyenda en aguas de Maó, regata que se adjudicó en nada menos que 14 ocasiones. Este jueves ganó la regata con algo más de tres minutos y medio sobre el «Happy Forever», del armador y patrón Christian Oldendorff, que fue el más rápido en tiempo real. La tercera plaza provisional fue para el «Legolas», de Jens Ricke.