Espectacular panorámica de la flota, que durante la jornada de ayer entrenó en el campo de regatas del puerto de Maó. | Nico Martinez

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Once barcos originarios de ocho países distintos sustancian la imponente flota del Mundial 52 Super Series de la clase TP52, ‘los bólidos del mar', atracada desde hace algunos días en el no menos impresionante puerto de Maó, en cuyo campo de regatas inicia hoy la primera de las cinco pruebas que comprenden el calendario de este selecto circuito, catalogado como el de mayor importancia a nivel planetario en lo que refiere a la competición de monocascos.

Puerto Sherry en junio, la lusa Cascais para julio, Puerto Portals llegado agosto y Porto Cervo en septiembre –el enclave sardo impondrá el broche al Mundial– sucederán por ese orden en el calendario a la ciudad de Maó, que, en la tercera ocasión en la que enmarca una de las regatas del circuito repercute como punto de partida del mismo –2016, con victoria de Quantum Racing; 2017, triunfo de Azzurra, los precedentes.

La Menorca 52 Super Series Sailing Week, presentada ayer en sociedad, en la sede del Club Marítimo de Mahón, ente impulsor y promotor de esta, se posterga hasta el sábado inmediato (diez mangas en total, todas en formato barlovento-sotavento) e implica un desembarco en la Isla de un contingente humano de más de 350 personas –que abarca regatistas y organizadores.

Los TP52 son barcos con una eslora de 52 pies (15,85 metros), un calado de 3.5 metros y habitualmente tripulados por una docena de regatistas profesionales. Controlados y medidos con gran rigor por la regla de la clase, se trata de una flota de barcos con prestaciones muy similares, lo que garantiza el equilibrio y la igualdad durante las regatas.

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