Consell Insular de Menorca, Ayuntamiento de Maó y el propio Menorca Bàsquet consumen las últimas horas antes de mañana jueves, para evitar que la primera entidad deportiva y social de la isla se vea abocada a su disolución. Se trata de conseguir un mínimo de 500.000 euros entre ayudas institucionales y patrocinadores con los que poder presentar el presupuesto mínimo de 1,2 millones de euros en que ha cifrado la SAD su subsistencia en la Adecco Oro la próxima temporada, tal y como informó tras la reunión mantenida el lunes en la sede del Consell Insular de Menorca.
Mañana finaliza el plazo que se puso el club para solicitar su inscripción en la Adecco Oro para la que deberá ingresar un aval de 180.000 euros, según marcan las normas federativas de la categoría. Hallar quien firma este documento bancario es otra cuestión trascendente, como lo son las gestiones que realizan Ayuntamiento, Consell, también el Govern y el propio club, para conseguir los patrocinios que animen la subsistencia de la entidad.
En caso de conseguirlo, Benito Reynés y sus consejeros han perfilado un presupuesto de mínimos, cifrado en 1,2 millones de euros que incluiría el primer pago del convenio con los acreedores. Dado que éste puede establecer su cuantía de forma progresiva, el objetivo sería que el primer pago no fuera más allá de los 200.000 euros, y se fuera incrementando año a año hasta pagar las cantidades más elevadas en los últimos que dicte el convenio.
Ese presupuesto se ha diseñado en base a una drástica pero inevitable reducción de la estructura que mantiene la entidad desde que lograra su primer ascenso a la Liga ACB, en cumplimiento a los requisitos que exige la primera liga nacional. Será, en ese caso, un auténtico retorno a la primera época del Menorca Bàsquet, en 1997 , cuando obtuvo el salto a la LEB. Entonces el personal no deportivo del club era mínimo y volverá a serlo, en este caso, si el club logra continuar existiendo.
También se verá afectada la plantilla, cuyo coste en cuanto a jugadores se refiere, no superará los 300.000 euros, a un máximo de 30.000 por jugador. La plantilla podría completarse con uno o varios locales facilitando que hubiera algún fichaje más importante con un coste superior . En este escenario, el club debería prescindir con toda probabilidad de David Navarro y Oliver Arteaga, dada su cotización y objetivos a pesar de que tengan contrato en vigor por una temporada más. El capitán, Urko Otegi, pese a que su ficha también es elevada en función de su experiencia y trayectoria, y el joven base Dani Pérez, que son los otros dos jugadores con un año más de vínculo, serían dos casos a valorar.
En cuanto al cuerpo técnico sólo se contempla un entrenador -Josep Maria Berrocal tiene contrato por un año más pero su continuidad en esta nueva coyuntura se hace muy improbable por las ofertas de proyectos más ambiciosos que pueda recibir- un solo ayudante que además sería el fisioterapeuta, y un delegado de equipo.
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