Elena Congost celebra con su guía la entrada como tercera en la prueba del Maratón de los Juegos Paralímpicos. | Jennifer Lorenzini

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La catalana Elena Congost, que concluyó este domingo tercera del maratón de los Juegos Paralímpicos de París, ha sido descalificada por entrar en meta por detrás de su guía, Mia Carol Bruguera, que llegó a la recta final con calambres y sufriendo en los últimos metros. La pareja española llegó a meta en un crono de 3h00.48, marca personal, aventajando en casi cuatro minutos (3h04:23) a la japonesa Misato Michisita, algo que está sirviendo como argumento para la reclamación puesta por el Comité Paralímpico Español, que también alega que con esa diferencia no hubo ni ventaja añadida ni perjuicio para su perseguidora en carrera.

«Estoy destrozada, la verdad, porque tenía la medalla. Estoy superorgullosa de todo lo que he hecho y al final me descalifican porque a 10 metros de meta dejo ir la cuerda un segundo porque una persona a mi lado se va de morros al suelo y vuelvo a coger la cuerda y entramos a meta», lamentó Congost tras conocer la decisión. La catalana recalcó que la cuarta clasificada llegó a meta «a tres minutos» y que lo hizo fue »un acto reflejo de cualquier ser humano para aguantar a una persona que está a tu lado y se está cayendo". "Cuando no hay ningún tipo de ayuda, ningún tipo de beneficio y cuando se ve claramente que yo me paro en seco", advirtió.

Congost criticó la normativa. «Solo dicen que he soltado la cuerda un segundo y como la he soltado pues ya está, no hay vuelta atrás y no entiendo que nadie pueda razonar ni entender la situación, que no es por ni hacer trampa y que no es para arrastrar a un atleta como se ha dado en la pista», recordó. «Lo mío ha sido por aguantar a una persona que se está cayendo. Me quedo sin nada, es que no le encuentro explicación alguna y me parece tan injusto y tan surrealista de verdad. Es triste porque además venía de estar sin beca y de estar en la estacada y era uno de mis objetivos, volver a conseguir beca y estar en el plan y me han vuelto a dejar fuera de todo cuando creo que he demostrado lo que podía hacer», sentenció.

Por ello, dejó claro que quiere que «todo el mundo sepa» que no la han descalificado «por hacer trampas, sino por ser persona y por un instinto que te sale cuando alguien se está cayendo y que es ayudar o aguantarle».