Gracia Alonso de Armiño, de frente, con el 44 en la camiseta, junto a sus compañeras del equipo español, durante la final. | Angelika Warmuth

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El deporte rebosa de contrastes. Este lunes, en el marco de la final del torneo femenino de baloncesto 3x3, la bilbaína de gran vínculo con Menorca, donde vivió su familia muchos años y todavía veranea, Gracia Alonso de Armiño, experimentó el efecto inverso al que sintió cuando hace un par de meses anotó el tiro ganador que clasificó a España para la cita en la que concluyó subcampeona –partiendo de su condición de debutante en el evento, lo que incrementa la valía del metal.

Un subcampeonato que precisamente culminó tras un yerro de Alonso de Armiño sobre la bocina que señalizaba el término de una final cuyo signo sonrió a Alemania (17-16). Lo dicho, los contrastes que rebosan en el microcosmos deportivo, de junio a agosto, de Canadá a Alemania... pero que bajo ninguna circunstancia desmerece el mérito de lo logrado; una medalla de plata que se aseguró apenas unas horas antes de que el oro se esfumara para gloria germana, al derrotar en semifinales a la siempre poderosa, amenazante y defensora del título conquistado en Tokyo 2020, la selección de Estados Unidos (18-16), a la que España remontó un adverso 15-16 en los instantes finales, tras ir a remolque a lo largo de todo el encuentro.

La final

En ese sentido, el equipo español 3x3 formado, además de por Gracia Alonso de Armiño, por Vega Gimeno, Ygueravide y la mallorquina Juana Camilion, no pudo reeditar en tan parco espacio de tiempo dentro de una misma jornada la proeza previa.

La selección, en presencia del mismísimo Rey de España, don Felipe VI, quien ya apoyó a las chicas durante la semifinal contra el combinado yanqui, ni desfalleció ni perdió nunca la perspectiva de la victoria en el partido final, y con certeza su disposición para la victoria fue, durante los primeros compases del partido decisivo, mucho mayor de la que dio muestra contra el conjunto norteamericano.

España llegó a dominar 6-10, tras dos canastas consecutivas, obra de Alonso de Armiño y de Vega Gimeno, que valieron para quebrar el equilibrio inicial previo (5-5). La reacción alemana no tardó en llegar, si bien las hispanas fueron capaces de conservar cierto margen en su favor (8-10; 10-12).

Pero la ventaja de España se desvaneció definitivamente restando 41 segundos de partido (15-15). En ese térmico y emocionante epílogo, las germanas, con una inspirada Greinecher, que convirtió cinco puntos (la mejor anotadora por las suyas; Camilión lo fue del partido, con seis) se avanzaron, 17-16, aunque permitiendo a España la posibilidad de empate en la última posesión (de algo menos de ocho segundos).

Pero lamentablemente, el tiro final de Gracia Alonso de Armiño, a diferencia de hace dos meses contra Canadá, no encontró red y la derrota, que no decepción, se consumó. Con todo, brillantísima plata para España, con cierto deje menorquín en sus filas.