Padres, familiares y amigos de Patri Guijarrro, este jueves en Nantes. | F.F.

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Mallorca se dejó notar en el estreno olímpico de la selección española femenina de fútbol. Y lo hizo, más allá de la histórica presencia de tres jugadoras isñelas en el once, por su presencia en las gradas del estadio de La Beajourie, en Nantes, escenario de esta tarde inolvidable ya. Porque en las tribunas, entre los numerosos aficionados españoles, hubo una importante cuota de baleares.

Las familias de las futbolistas mallorquinas de la selección, Mariona Caldentey, Patri Guijarro y Cata Coll, arroparon a las isleñas en una tarde histórica. Especialmente preparados aparecieron los padres, familiares y amigos de Patri Guijarro, la gran novedad en el once de Montse Tomé. Al otro lado del campo, familiares de Mariona Caldentey se sumaron a un partido único.

Porque debutar en unos Juegos Olímpicos es un momento especial y único que vivieron las protagonistas. Y no lo hicieron solas, pues en las gradas contaron con el aliento más fiel: el de sus más allegados.