El guardamenta menorquín, estos pasados días entrenando.

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Las lesiones desgracciadamente forman parte del mundo del deporte y de esta manera y filosofía se ha tomado este último mes el prometedor guardameta menorquín del Villarreal, Àlex Quevedo. El cancerbero fichado esta misma temporada en el estadio de la Cerámica tras años de formación en el RCD Mallorca ha entrado en la recta final del túnel después que hace cuatro semanas al insular se le diagnosticara un edema óseo en una de sus muñecas que le obligó a pararse un tiempo.

El mismo Àlex Quevedo avanzaba ayer mismo a «Es Diari» que está a punto ya para reaparecer, tanto en el equipo de Primera División de Marcelino, como en el equipo filial del submarino amarillo.
«He estado prácticamente un mes de baja pero pienso que en una semana ya volveré a estar bien», decía ayer el menorquín, mientras sigue ejercitándose a pleno rendimiento en el plano físico. «Tuve un edema óseo en la muñeca que llevaba forzando desde hacía algunas semanas pero nada grave» apostillaba el portero del Villarreal. «Todo depende ahora de cómo evolucione esta semana entrante», dice Quevedo, lesionado tras un «mal gesto en un entrenamiento».