El delantero menorquín del Águilas FC, Aitor Pons, acostumbra a desenvolverse como punta de referencia, si bien también es habitual verle partir desde la banda izquierda | A.F.C.

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Cuando en julio del pasado 2022 el delantero menorquín, Aitor Pons (Maó, 1991), fichó por el Águilas FC de la Tercera División murciana procedente del Mérida, estableció con la entidad aguileña una serie de cláusulas mediante las cuales su renovación por un segundo año sería automática. Y así ha sido. El ascenso del Águilas a la Segunda RFEF, las doce dianas marcadas por el goleador menorquín este curso 2022-23 y haber jugado el 70 por ciento de los minutos esta temporada han supuesto— para bien de la misma entidad y del propio jugador–, que Aitor Pons cumplirá su año 2 en el estadio El Rubial.

Aitor Pons, atacante que este curso llegó al Águilas tras conseguir el sonado ascenso a Primera RFEF con el Mérida y con un bagaje de 121 goles en las anteriores últimas seis temporadas, ha acabado convirtiéndose en una pieza clave en los esquemas del ‘míster’, Sebas López, saliendo al campo en los 30 encuentros oficiales y en 28, como titular, siendo el máximo goleador del equipo, junto a Góngora. Un Aitor Pons que ha dado una lección en el conjunto murciano de esfuerzo innegociable, desgaste físico y saber estar táctico.

Contento a nivel personal

El insular asegura a este diario sentirse, «muy contento por lograr el objetivo del equipo, como también personalmente por lograr los retos individuales», dice, habiéndose sentido en el Águilas, «súper bien. Es un pueblo con la playa al lado, siempre buen tiempo, buena afición y sí, un club con muchas ganas de crecer». Abunda el ex Penya , Somozas, Baleares, Salamanca, Tudelano, Constància, Llosetense o Poblense que fichó en Murcia, «porque se trataba de un muy buen proyecto y así ha sido».