Esta vez no fue una exhibición ni un paseo. Fue una muestra de que el Real Madrid a veces sabe jugar con el resultado y defenderse. Contentarse con el marcador hasta que surge la oportunidad. Hasta que la pelota llega a las botas de Rodrygo a media hora para el final y este ajusticia al Chelsea con celebración a lo Cristiano incluida.
Y poco más. Descafeinado, visto el historial de los blancos en Europa, pero efectista. Porque la historia podría haber sido distinta si el visor del Chelsea, ese que lleva averiado toda la campaña, por una vez hubiera apuntado a las redes. N'Golo Kanté, como estandarte de una alineación tremendamente defensiva por parte de Frank Lampard, que trató de remontar un 2-0 con cinco defensas, mandó al limbo la ocasión que podría haber cambiado el rumbo de todo. La pelota le cayó muerta en el punto de penalti y su disparo con la zurda -su pierna menos buena- se marchó lejos de la portería de Courtois. Mala suerte, porque el balón adecuado le cayó al jugador con menos gol.
Historia que se repitió en el ocaso de la primera mitad. Un jugadón de Reece James, exhausto todo el encuentro, terminó con un pase al segundo palo que Cucurella, temeroso de pegarle de primeras, controló. El español se equivocó, dio tiempo a Courtois a reaccionar y éste sacó el disparo a bocajarro. Cucurella se equivocó en la ida, provocando la expulsión de Chilwell, y volvió a fallar en la vuelta.
El fallo permitió al Real Madrid llegar al descanso con 0-0 y tomar un respiro. El Chelsea aceptó el reto y solo pudo irse hacia arriba, abriendo los espacios, lo que más temían los 'Blues'. En cuanto Rodrygo cogió una bola con campo por delante, el partido se terminó.
El brasileño destrozó en velocidad a Chalobah y, aunque su centro no encontró a Benzema, sí a Vinícius en el segundo palo. Este no se precipitó y vio la llegada de Rodrygo, que empujó a la red el 0-1 y se fue hacia el córner norte de Stamford Bridge a hacer el famoso 'siuuu' de Cristiano.
Eliminatoria finiquitada y tiempo para que Real Madrid y Chelsea bajaran revoluciones. No así Vinícius, que ganó la banda y puso un centro raso que Valverde, con un imán, se llevó en carrera para servir el 0-2 a Rodrygo.
Con el doblete de Rodrygo, que afina su idilio con Europa, el Real Madrid vuela a sus terceras semifinales consecutivas, once en trece años. Espera al Bayern Múnich o al Manchester City y da otro paso hacia su decimoquinta Copa de Europa. Lejana aún, sí, pero como en los últimos años, siempre posible.
1 comentario
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Esa es la RESPUESTA DEL REAL a la GENERALITAT . FUIGDELMON cuentan que no cenó. Hala Madrid!!!! Cómo no te voy a querer?