El Zaragoza de Lluch manda el Grupo III de División de Honor, incluso por delante del potente FC Barcelona. Y con un Lluch desatado y sorprendido de sus prestaciones. «Antes de llegar pensaba que sería muy difícil para mí, ya que no había salido de las Balears y era un salto importante ir a una ciudad donde no conoces nada ni nadie», decía ete jueves a «Es Diari». «Decidí empezar el reto y aquí estoy, muy contento y a gusto, tanto con los compañeros, gente de la residencia y compañeros de clase. Al principio siempre cuesta, todos los cambios necesitan un periodo de adaptación pero a día de hoy, muy contento», valora, asumiendo que cuando llegas a un equipo nuevo, «nunca sabes el rol que vas a tener. Encantado de los minutos que me da el club y los buenos resultados».
Un Lluch que desvela los secretos del líder Zaragoza: «Se ve cada día en los entrenamientos, donde la gente viene a entrenarse y no a entrenar, que hay diferencia. ‘Staff' y compañeros son increíbles y con gran capacidad de esfuerzo y sacrificio», valora el menorquín, «cómodo en mi posición. Con mi compañero de puesto nos combinamos muy bien y nos hemos adaptado perfectamente. Sabía que si jugaba sería de central, ya que era el perfil que buscaban cuando me ficharon. La posibilidad que tenía era central diestro o zurdo pero finalmente, a la derecha», analiza Lluch, que admite que el hecho de ir acumulando titularidades, «te da confianza con el equipo y contigo mismo».
Siendo líderes desde hace jornadas, para Lluch, «se refleja el mérito de ser el único equipo invicto de la categoría en España». El objetivo del Zaragoza pasa por acabar la primera vuelta «en las cuatro primeras posiciones y clasificarnos para Copa del Rey; de cara a la segunda vuelta, seguir compitiendo en todos los partidos como ahora y ya se verá cómo acabamos», señala el jugador de Maó, al que personalmente le gustaría ayudar al equipo «a estar lo más arriba posible de la tabla, encajar pocos goles y contribuir al máximo en todo lo que pueda dentro y fuera del campo».
Y sí, un Àlex Lluch convencido de su decisión de marcharse a Aragón, a un mítico del fútbol español. «En verano llegaron varias opciones– algunas interesantes– pero finalmente decidí junto a mis padres apostar por el Real Zaragoza y ha sido un acierto. Desde que llegué me han tratado como si llevase en el club muchos años y eso al final se refleja en el campo, lo unidos que estamos todos».
El primer equipo, «un sueño»
El menorquín, cauto, admite que el primer equipo «sería un sueño pero es muy difícil, aunque el Zaragoza es un club que cuida mucho su cantera y confía en sus jugadores. Pero muy pocos llegan al primer equipo», advierte Lluch, que algún día entrena con el filial, Deportivo Aragón, de Segunda RFEF. «Siempre es bueno entrenar con mayores y de categoría superior ya que llevan un ritmo más alto y es cuando más se aprende porque te tienes que esforzar y exigir para llegar a ese nivel».
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