Las dificultades meteorológicas que afectaron la última jornada futbolística bien merecen una reflexión, sobre todo ante algunas quejas que pedían la suspensión previa de la competición.
En primer lugar, una suspensión previa debía afectar a todo el fin de semana, de viernes a domingo, días en los que están programados más de 700 partidos, algunos de ellos con desplazamientos entre islas.
La situación meteorológica en las Illes Balears de la semana pasada, de lluvias abundantes, se había caracterizado por la variabilidad, con muchos momentos de sol, que no hacían imprescindible una decisión tan drástica como suspender toda la jornada futbolística del fin de semana.
De hecho, el viernes y el domingo se pudieron jugar la gran mayoría de los partidos de todas las categorías, más de un 96% de los que estaban previstos. Solo el sábado, las lluvias continuadas durante toda la noche inundaron la mayoría de terrenos de juego y obligaron a suspender la mayoría de los encuentros previstos ese día.
Ante esta situación, desde las 8 de la mañana del sábado, la Federación inició las gestiones para atender las dificultades que presentaban los clubes, atendiendo las llamadas y proponiendo soluciones que pasaban por un acuerdo entre los clubes afectados para decidir si suspendían los partidos.
La Federación, de acuerdo con el Comité de Árbitros, emitió un comunicado, que se envió a los clubes y se publicó en la web federativa y en los medios de comunicación digitales, en el que se instaba a los equipos que se tenían que desplazar a contactar con los que jugaban de local para decidir si el partido se disputaba o no. La nota especificaba que la jornada se declaraba de «Fuerza Mayor, y por tanto no se declarará incomparecencia en ninguno de los casos».
La FFIB quiere ofrecer las disculpas que hagan falta para los padres y los futbolistas que se vieron perjudicados con la suspensión imprevista de los partidos, pero pide comprensión ante un hecho meteorológico que no parecía tan dramático como para suprimir toda la jornada futbolística, un deporte siempre expuesto a las inclemencias del tiempo. Como decíamos, tanto el viernes como el domingo, la jornada se disputó sin complicaciones destacables, a pesar de que continuaba la amenaza de lluvias abundantes.
Eso sí, la urgencia de las situaciones hicieron que los clubes pagasen los desplazamientos (no los arbitrajes) de los árbitros que habían acudido a los campos donde se anularon los partidos. La Federación ha decidido que cuando estos partidos aplazados se jueguen -el Comité de Competición que se reunirá esta semana designará al día- los clubes no tendrán que pagar los desplazamientos arbitrales.
Por último, la FFIB quiere agradecer a los clubes y a los directivos su ayuda y colaboración durante todo el fin de semana.
NOTA En la tarde de este lunes 23 de enero de 2017, la Federació de Futbol de les Illes Balears emitió un comunicado para dar su versión del desarrollo de la pasada jornada.
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