Para algunos, las fiestas navideñas han sido más tranquilas que para otros. Y eso que el resultado, tanto en el Penya Ciutadella como en el Mercadal, fue el mismo en la última jornada del 2012, una derrota. Mientras en Son Marçal se han dedicado a pasar página tras el tropiezo ante el Sóller, en Sant Martí se ha instalado un huracán que ha desestabilizado un poco el vestuario en estos últimos días, y más a raíz de las declaraciones que su técnico, Yeray Rodríguez, hizo en estas páginas el pasado día 4 en las que aseguraba que algunos jugadores se habían relajado y que sería más severo de ahora en adelante. Dos dinámicas opuestas que buscarán un mismo objetivo, una victoria, el domingo.
La zozobra que ha provocado la entrevista al técnico del Mercadal en este diario, la franqueza con la que habló y la mala racha de seis partidos sin ganar, con cuatro derrotas consecutivas, la ha intentado apaciguar el presidente, Antoni Palliser. "Está claro que algún jugador puede ofrecer un rendimiento mayor, pero queremos estar lo más tranquilos posibles, aislados de especulaciones y de comentarios de 'radio calle' que hablen de si vamos echar a Yeray o algunos nombres de jugadores", declara el presidente, que advierte que "en Mercadal nos caracterizamos por decir las cosas claras y a la cara y estas fiestas me he reunido con algunos miembros de la plantilla para saber qué opinaban y están tranquilos".
En este sentido, Palliser admite que "si a final de enero no se ha enderezado la situación veremos qué hacemos pero ahora mismo no tenemos en mente ninguna decisión". De hecho, el presidente desvela que "la junta y yo tomamos las decisiones pero por encima de nosotros está el club y hay que hacer lo mejor para la entidad". ¿Cortar jugadores? "Puede ser una solución pero ahora mismo no la contemplamos, apoyamos a Yeray y a la plantilla y creo que todo esto pasará si ganamos el domingo".
El técnico canario, que ha labrado una gran labor en el Mercadal, no solamente como entrenador del primer equipo sino también como coordinador de la escuela base en la que ha incrementado sensiblemente el número de jugadores con los que cuenta el club, tiene el apoyo de la junta, y en ese sentido, Palliser pide calma y paciencia.
El penya, todo lo contrario
En el Penya Ciutadella el parón navideño y el regreso a la competición han sentado de lujo. A expensas de algunas fiebres o infecciones gástricas, Dani Mori cuenta con toda la plantilla ya entrenando. Especialmente positiva para el técnico resulta la vuelta al trabajo de Adán. "Lleva un poco más de tres meses lesionado y ya trabaja con el grupo, una noticia que me alegra porque lo he echado de menos y creo que refuerza la moral de los compañeros", admite el entrenador asturiano.
Del mismo modo, Mori también ha recuperado a Tòful, a Víctor Lebrero y Omar Hernández, que tenían problemas en los tobillos antes del descanso y ahora han evolucionado a la perfección, así como los defensas Xavi Enrich y José Enrich, "que necesitaba un descanso porque en los últimos partidos jugaba con dolor".
"Hemos depurado la derrota contra el Sóller porque fue un partido muy raro y ahora queremos ganar el domingo", explica Mori, que volverá a contar con el delantero Javier Zurbano, ausente en el último partido por sanción, pero perderá a su máximo goleador, el mediapunta de Ciutadella, Berto Vaquero, que deberá asumir un partido de castigo por acumulación de amarillas.
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