Atento. Berto Vaquero celebra el gol de la victoria con David Mas y David Camps - Paco Sturla

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Solo la victoria, producto además de un gracioso regalo de la defensa rival, resume el lado positivo para el Mercadal del partido de éste sábado en Sant Martí. Tres puntos importantes para la tranquilidad del conjunto de Yeray Rodríguez, pero que no esconden el mal partido que realizaron ante el colista Penya Arrabal, que incluso se vino arriba en la fase final utilizando la vieja táctica de mandar balones a la olla para ver si sonaba la flauta de un error defensivo para lograr un puntito que a ellos les hubiera venido de perlas y que para los locales hubiera supuesto un grave castigo a su falta absoluta de coordinación y acierto.Los primeros compases ya dejaron entrever un exceso de confianza de los locales, cediendo los primeros remates a puerta, aunque sin peligro alguno ya. Cuando justo se cumplía el cuarto de hora un fallo tremendo de la zaga mallorquina dejaba el balón a los pies de Berto que aprovechó el regalo y anotó el 1-0, que entonces parecía presagio de varios más, pero que la final se reveló como único y decisivo gol de la lluviosa tarde. El resto del primer período se agotó entre la indefinición del Mercadal en sus no muy numerosas ocasiones, y la voluntariosa oposición de la Penya, que incluso en algunos momentos, sobre todo al final de la parte, llegaron incluso a jugar mejor que los locales.

Todo igual tras el descanso

No varió mucho el juego en la reanudación. Pudieron marcar los locales en los primeros minutos especialmente en una entrada de Marcos que remató en el área pequeña, pero el cruce de Eladio evitó un gol que parecía inevitable. En el minuto 69 un fallo defensivo del propio Marcos dejó en franquicia el balón a Puche, que solo ante Cristian remató fuera. Diez minutos después llegó la compensación tras un gran pase de Mora a David Más, que en inmejorable posición remató altísimo.

La corta ventaja puso nerviosos a los locales, que iban cayendo en peligros innecesarios, y al tiempo abría los ojos del colista que apretaba cada vez más para intentar pescar en el río revuelto de un desconocido Mercadal. Y pudo hacerlo, porque en el 89 un centro chut de Ricki dio en el travesaño de Cristian, y en el 94´ Donato no acertó a concretar un rarísimo fallo de Sam.

Mientras tanto, el árbitro se organizó su propio entretenimiento y se hinchó a mostrar tarjetas en un partido que tuvo de todo menos dureza y violencia, y para colmo, cuando ya se llevaban varios minutos de descuento, señaló el final cuando David Más se marchaba solo y sin rival hacia la puerta de Borja, ganándose una bronca fenomenal.