El Hestia Menorca se queda sin gasolina en Palencia

El equipo insular pierde fuelle a partir del tercer cuarto

Pol Molins intenta perseguir a Borg con dificultades por el bloqueo de Cam Krutwig. | VÍCTOR QUINTANA / SÚPER AGROPAL PALENCIA

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Palencia Baloncesto Palencia 84

Hestia Menorca Menorca 72

Primera FEB | Jornada 28 | 04/04 21:00 | Fin

Hasta bien entrado el tercer cuarto, el Bàsquet Menorca estaba compitiendo y jugando de tú a tú al Palencia en su feudo. Siendo un duelo muy parejo durante todo su transcurso, los de Javi Zamora se vinieron abajo frente a un Súper Agropal Palencia superior en físico y talento. Los 33 minutos en pista dejaron KO a un Arteaga que se convirtió en el faro del equipo hasta que su físico dijo basta y con él, el resto de sus compañeros.

Infranqueable y coral

El conjunto insular firmó un primer cuarto soberbio ante un rival irreconocible y muy errático en los diez minutos iniciales y gran parte del choque. La primera incursión de Juampi Vaulet se quedaba en anécdota ante un gran ejercicio de fortaleza y solidez menorquina. La inteligencia de Lukovic y la superioridad en la zona de un Arteaga desatado sostenían el bloque comandado en ataque por un Pol Molins entonadísimo en el primer tramo (7 puntos al descanso) y un Jalen Cone que sacaba faltas como churros (6 recibidas en total).

Yéndose 6 arriba (15-21) al segundo periodo demostrando una gran coralidad y alegría ofensiva, el Hestia dejó de condenar el fatídico arranque de los jugones palentinos (cero de seis en triples en el primer periodo) para dejar de marcar el ritmo y encadenar malas decisiones en ataque (6 de 20 en tiros de dos al descanso).

El cuadro dirigido por Luis Guil, que hasta entonces funcionaba a base de arreones de Vaulet, Krutwwig o Kunkel, comenzó a resquebrajar la aguerrida defensa de un Hestia que se mantenía en el partido gracias a un alto nivel de concentración e intensidad en el rebote, faceta en la que Arteaga se hacía fuerte (6 capturas al descanso, 8 en total).

Desmoronamiento

El bando morado se marchaba a vestuarios con una ligera ventaja (38-32) y los menorquines continuaban muy vivos pese a sus malos registros ofensivos en el segundo cuarto. Aunque arrancaban bien la segunda mitad, acercándose en el marcador (40-38) con un rebote y posterior canasta de Cone (8 capturas) para estupefacción de la grada, lo cierto es que la igualdad desaparecería a partir de la técnica a Pol Molins.

Si bien Arteaga mantenía a los suyos cerca actuando bajo el aro (45-42), Adam Kunkel metía la directa y empezaba a pagar caro las facilidades y despistes defensivos fruto del desgaste visitante. Marko Lukovic tenía la oportunidad de acercar a los suyos desde la línea de tiros libres, pero no era el día del serbio (1/5 en TL).

Un triple de Pablo Hernández ponía a Palencia once arriba (60-49) antes de entrar en los últimos diez minutos de encuentro. Menorca se acabaría entregando en el último periodo, cuando los vaivenes se convertían en tendencia y tanto Víctor Arteaga como la defensa insular se deshacían como un azucarillo frente al potencial palentino para concluir el duelo 84-72.