Pau Pons con los trofeos que le acreditan como campeón.

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La consecución de la Minicopa de baloncesto por segundo curso seguido no hace más que constatar el buen hacer del FC Barcelona en su trabajo formativo. Buena ‘culpa’ de ello la tienen los diferentes menorquines que ejercen como entrenadores, ayudantes o preparadores en sus categorías inferiores.

Uno de ellos es Pau Pons (Sant Lluís, 2002), quien además de ser preparador físico del Barça CBS, primer equipo femenino de la sección que compite en la LF Challenge (segunda división nacional), también ejerce como tal en el Barcelona Mini, el Infantil B y el Infantil A, siendo este último el equipo que doblegó al Real Madrid (86-71) en la final de la Minicopa.

Meses previos al torneo

El joven lluïser ha sido uno de los artífices de este éxito gracias a su meticuloso trabajo en la preparación física de los jugadores antes y durante el torneo. «Para un equipo como el infantil del Barça, la Minicopa es una de las citas clave de la temporada. Normalmente hay una fase previa, pero al haberla ganado el año anterior ya estábamos clasificados de forma automática para esta edición», relata Pau sobre este gran escaparate.

No obstante, el principal objetivo y exigencia del club es «el desarrollo de jugadores a largo plazo» y no se pueden centrar únicamente en el torneo copero. Es por ello que las labores del formado en la base del CCE Sant Lluís «van más allá de la preparación física». «No solo me encargo de la parte de gimnasio, sino que me centro en el estado de forma de los jugadores y en cómo llegamos a las competiciones, indica.

«Han sido tres meses previos de muchísimo trabajo, de muchas horas planificando para conseguir que los jugadores llegaran en el mejor estado de forma posible para poder competir al máximo», apunta señalando la necesidad de continuar compaginando la competición liguera con «contenidos de bajas carga» en la semana inmediatamente anterior al viaje a Gran Canaria, escenario de la Minicopa y la Copa del Rey.    «Teníamos que ir ajustando los entrenamientos para no fatigar en exceso a los jugadores a dos días del viaje», explica.

Superioridad física

El trabajo de Pau se hizo notar en los tramos finales de partido, cuando el Barça pisaba el acelerador y subía una marcha para dejar sin opciones a sus rivales.

Así venció a Unicaja (104-78), Gran Canaria (58-108) y Joventut (26-77) en la fase de grupos, aplastando al Tenerife en las semifinales (71-20). Pese a tener que afrontar una fase de grupos y una fase final comprimida en apenas cinco días, los azulgranas mostraron un tono físico superior a sus rivales en todo momento.

Este hecho se explica a partir de dos motivos: por un lado, la gran planificación de Pau, y por otro, las condiciones diferenciales de jugadores como el MVP Cheikh Bamba Gaye, Mohamed Dabone, MVP de la pasada edición, o Kristians Martinsons, especialista en el tiro de tres. «Aparte de que incidimos mucho en el trabajo físico, estos jugadores tienen únas condiciones físicas muy buenas y eso lo facilita todo. Tenemos un equipo que es buenísimo y eso es lo que nos ha facilitado llegar hasta la final», subraya el menorquín.

Después de jugar todos los partidos en el Centro Insular de Deportes, los culés se enfrentaron al Real Madrid en el Gran Canaria Arena, mismo escenario que la final entre Unicaja y Real Madrid de los ‘mayores’. «Jugar en esa cancha frente a más de 3.000 personas impone mucho para un chaval de 13-14 años. A mí se me haría muy difícil», reconoce el miembro más joven de todos los ‘staffs’ técnicos del torneo.

Pese a la magnitud de la cita e ir dos abajo al descanso, el conjunto dirigido por Oriol Barrera remontó y ganó con comodidad. «La Minicopa es de lo más especial que hay por todo lo que supone. Es el título más importante que he ganado hasta ahora», concluye Pau.

Presencia menorquina en la grada para arroparle en las ‘semis’ y la final

Tratándose del torneo infantil por excelencia, la trascendencia de la Minicopa ha ido incrementándose con el paso de los años. Desde su nacimiento en 2004 han pasado figuras importantísimas como Ricky Rubio o Luka Doncic, entre muchos otros. De ahí que la retransmisión por Youtube (a su vez en Movistar+) haya batido récords de audiencia al reunir a 27.100 espectadores simúltaneos en la final y enganchar a más de medio millón de personas en algún momento. No obstante, algunos de los mayores apoyos de Pau no solo veían la hazaña desde casa, sino que la presenciaban en directo desde la grada. Es el caso de Jordi Pons y Guillem Gomila, dos grandes amigos de Pau que además jugaron con él en las categorías inferiores del CCE Sant Lluis. Los dos menorquines se desplazaron hasta Gran Canaria para disfrutar de la Copa del Rey y de las semifinales y la final de Pau. «Fue una pasada que también pudieran estar. Tenerlos allí fue una gran ilusión para mí y cuando se acabó la final, incluso Jordi pudo estar conmigo en la pista», confiesa.