Pol Molins, en el partido de este pasado miércoles, retirándose al banquillo y recibiendo el apoyo de Alderete y Arteaga.   

Pol Molins, en el partido de este pasado miércoles, retirándose al banquillo y recibiendo el apoyo de Alderete y Arteaga.    | B.M.

Joan JuanicoPablo RodríguezMenorca16/02/25 4:00
TW
0

Se piensa en el mundo del deporte que tras una derrota– y más como loa cosechada este pasado miércoles por el Hestia Menorca en la pista del Tizona Burgos por 94-92, en la prórroga y tras ir mandando prácticamente los 40 minutos–, que lo mejor es que la siguiente jornada te da una nueva oportunidad. Y en estas están hoy los hombres del madrileño Javier Zamora, que reciben en su particular teatro de los sueños que es para ellos el Pavelló Menorca al CB Naturavia Morón, colista de la actual Primera FEB con apenas una victoria en lo que va de liga. Situado en el ecuador de la tabla con ocho triunfos, para el conjunto menorquín, sumar hoy el triunfo– el mismo Zamora lo dejó claro ya en la rueda de prensa previa del viernes–, supondría mucho, tratándose de una final, «de un partido fundamental», expresó.

Con este aviso a navegantes claro y contundente del ‘coach’ del Hestia Menorca, los insulares se las ven ante un equipo que, si bien se le han complicado y mucho ya las cosas para mantenerse en la Primera FEB, todavía no ha dado su última palabra en la categoría y lo más importante, sigue ‘metido’ en cada partido y sin perder la cara a la liga. En las filas menorquinas, de entrada, Zamora cuenta con todo su arsenal a disposición, a excepción de la anunciada baja definitiva del alaiorenc Raül Timoner.

Un rival muy tocado

El CB Naturavia Morón aterriza en Menorca después que el miércoles sumara otra derrota en su casillero, en esta ocasión, en su pabellón y frente al CB Zamora, por 68-84. Para el colista de la liga, en este último encuentro sus jugadores destacados fueron el MVP, Mathias M’Madi (20 puntos), Pape Badji (10 puntos, 6 rebotes) y un buen cuarto de Lionel Kouadio (12 puntos y 6 rebotes). Todo ello nuevamente en un partido marcado por los altibajos del equipo rival de esta tarde en Bintalfa, club con un apretado presupuesto y la inexperiencia del debutante que, eso sí, mantiene su fe.

El apunte

Parejo: «Tenemos el partido de Menorca marcado en rojo»

El capitán del CB Morón, Luis Parejo (Almería, 1989), no podrá estar liderando a los suyos en su visita a Bintalfa. El formado en ‘La Fábrica’ del Real Madrid sufrió una factura en su muñeca izquierda la semana de las ventanas FIBA del pasado mes de noviembre y su reaparición está programada, en un principio, para la semana que viene. Por lo tanto, podrá preparar con plenas garantías el determinante choque por la permanencia ante Grupo Alega Cantabria en casa correspondiente a la próxima jornada, ya correspondiente al mes de marzo. Así pues, Parejo, quien «nunca había estado tanto tiempo fuera de la pista», tiene la espinita clavada de no poder jugar ante Menorca, un encuentro «marcado en rojo en el calendario» del conjunto sevillano. «También lo estaba el de casa, que se nos escapó. Menorca, que tiene un equipazo, es un rival de nuestra liga, pero ahora mismo estamos bastante separados en cuanto a victorias», señala. «Vamos con la mentalidad de competir y por qué no llevarnos esa primer triunfo fuera de casa», indica.

El líder de Morón empujará a sus compañeros desde casa al no tener todavía el alta médica. Desde que cayera lesionado está asumiendo un nuevo rol que le transfiere aún más liderazgo, si cabe. «La situación es muy complicada y a nivel personal la estoy sufriendo muchísimo. Intento empujar y ayudar tanto al entrenador como al equipo. Doy mucho apoyo y muchos consejos, ya que estando fuera se ven otras cosas que cuando estás jugando son más difíciles de ver», explica.

El escolta andaluz transmite a los chicos, muchos jóvenes e inexpertos en una categoría tan dura como la Primera FEB, esa «responsabilidad» necesaria para competir. Además, no ve la hora de volver a vestirse de corto con tal de devolver al Pabellón Alameda «todo ese cariño y esa fuerza» que transmiten. «Ya es hora de darles una alegría», concluye.