La segunda visita consecutiva de un exproyecto ACB a Bintalfa prometía más batalla que la presentada por Palencia dos semanas atrás. Y vaya si la dio. El nuevo Obradoiro del exJovent Félix Alonso, integrado por los exMenorca Nacho Arroyo Varela y Oliver Stevic —baja por lesión, pero ovacionado al inicio del encuentro—, se llevó una victoria trabajada y sufrida hasta el final.
Hestia Menorca se quedó a las puertas de forzar la prórroga pese a gozar de la última posesión —apenas 3 segundos— y regalarnos cinco minutos más de un partido precioso y disputado. Y eso que el inicio hacía presagiar todo lo contrario. Transcurridos los primeros seis minutos, el marcador reflejaba un pobre 3-12 que hacía alusión a las dificultades de Menorca por hacerse fuerte en la pintura, un aspecto dominado de cabo a rabo por los Balvin y Stephens. Arteaga, quien había arrancado el partido con 2 puntos, no volvería a anotar.
Cone, en su salsa
Al tratarse de un partido tan duro y correoso bajo el aro, tuvo que salir a escena el más bajito de todos: Jalen Cone. El escolta norteamericano levantó a los locales con una canasta y dos triples consecutivos, acercando a su equipo 13-17 en el luminoso.
Pasado el momento caliente del estadounidense, entró en acción un Lukovic que comprendió mejor que nadie el momento de partido y lo que requería. El serbio se hinchó a forzar faltas avanzando hacia canasta, sacando rédito de ellas al convertir casi todos los tiros libres (5 de 6), sumando a ello un acierto desde la línea de 6,75.
No obstante, Obradoiro aprovecharía los últimos coletazos del segundo cuarto, triplazo de Álvaro Muñoz mediante, para ampliar su ventaja e irse 13 arriba al descanso (31-44).
Salida en tromba
Las cosas cambiarían radicalmente en la segunda parte. Pol Figueras daba el pistoletazo de salida al festival de triples que prolongaría Jalen Cone con dos más. Su compatriota Sean McDonnell se apuntaría anotando otro tras una posesión trenzada a un ritmo vertiginoso entre Cone y Pol, lo que obligaría a Félix Alonso a detener el encuentro en el mejor momento insular (43-49).
Cone no entendía de parones y lanzó otra mandarina para quedarse a tres de Obradoiro (46-49). Los chicos de Javi Zamora habían borrado en un santiamén cualquier rastro de presencia de Obradoiro en el partido. El conjunto santiagués se había evaporado como un azucarillo, sintiéndose completamente desbordado en defensa y falto de todas las virtudes en ataque desplegadas en la primera mitad.
Precisamente ante sus ex, Pol Figueras exhibió un gran reportorio de sus cualidades, dibujando asistencias imposibles para el resto y actuando como organizador del juego para sumar más soldados a la causa, como David Gómez. Justo cuando parecía que Menorca por fin iba a ponerse por encima en el marcador, una serie de decisiones arbitrales algo controvertidas que favorecieron a Obradoiro, echaron por tierra cualquier opción posible.
Vivo hasta el final
Al insultante 43,8 por ciento de acierto en el triple de Hestia Menorca, Nacho Arroyo respondía dando de su propia medicina a su antiguo equipo para poner las cosas 60-66.
La igualdad era una constante pese a que Arteaga se viera forzado a salir de pista al cometer su cuarta falta nada más empezar el último periodo. Los ‘bajitos’ Cone y Figueras se echaron el equipo a la espalda para lograr la remontada. El milagroso triple de McDonnell sobre la bocina dejaba las cosas 71-72 y todo por decidir, aunque Micovic respondía de la misma manera para dejarlo en 71-75.
A tres segundos del final, Quintela se demoró cinco en sacar y regaló la posesión a los menorquines. Sin embargo, Gómez devolvió el presente y Obradoiro cerraría el partido de una vez por todas con el 76-81 final.
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