Jordan Davis, defendido por Ribau, en duelo ante el Alimerka Oviedo en Maó | Josep Bagur Gomila

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El Hestia Menorca en las horas que siguieron la Navidad se quedó desprovisto de Jordan Davis, escolta estadounidense que firmó hace un mes y que desde su incursión en el colectivo de Javi Zamora se convirtió en su principal vía de producción ofensiva. Sin embargo, el ‘2’ de Las Vegas ya es historia para el proyecto insular, que a partir de ahora, y empezando por el trascendental partido que afronta el equipo en la tarde de este domingo ante el HLA Alicante en Maó, deberá aprender a vivir sin quien se había erigido en su nuevo referente.

Una salida que exclusivamente el discurrir del tiempo permitirá juzgar en qué medida es perjudicial o beneficiosa para el equipo insular. Por de pronto, surgen factores tanto en un sentido como en otro.

MERMAS

Puntos

El Hestia Menorca pierde a un hombre que en sus cuatro partidos con el equipo ha promediado 26.5 puntos y seis rebotes. Es evidente que la principal pérdida que sufre el cuadro insular es en el apartado ofensivo. Davis, precisamente aterrizó en la Isla para paliar el evidente déficit que arrastraba el equipo en ataque.

Referente

El caudal de puntos que la presencia de Davis generaba para el colectivo menorquín repercutía en otro factor de consideración, y es que su presencia condicionaba claramente la defensa del rival. Además, de ser el gran referente, reclamar esa atención suponía liberar en ataque a sus compañeros. Eso se ha perdido.

‘Desadaptarse’

Desde su primer partido con el Menorca Davis dejó claro que iba a alterar el reparto de responsabilidades, lo que motivó que en los tres compromisos siguientes el conjunto insular ha tendido claramente hacia esa tendencia de Davis por acaparar balón y puntos. El modo en que el equipo derrotó al Alimerka Oviedo, a cuya prórroga se llegó precisamente tras un certero tiro del norteamericano, es un claro botón de muestra al respecto. Habrá que ‘desadaptarse’ a todo lo que se aclimató el grupo en las últimas cuatro semanas.

Reclamo

Además de todo lo que concedía al equipo en la pista, Jordan Davis es uno de esos jugadores que para más de uno y de dos espectadores justificaba el pago de una entrada, la asistencia al Pavelló. En ese sentido, es evidente que el proyecto ha perdido un rostro con el que, como en un pasado reciente ocurrió con Edwin Jackson o Clevin Hannah, la grada se sentía identificada, al aunar en su figura efectividad y espectáculo.

Calendario

Perder a un hombre importante siempre resulta un contratiempo, pero el calendario inmediato que debe afrontar el Menorca hace que esa sensación se multiplique. Mañana viene a Maó el HLA Alicante, un partido que puede tener una gran incidencia en la suerte de la temporada. Luego, duelos con Palencia, Betis y Obradoiro, tres proyectos que tienen la ACB por horizonte. La impresión es de que el Menorca pierde a un hombre de gran importancia en un tramo clave del curso.

VENTAJAS

Gana el grupo

La salida de Davis obligará a otros jugadores a trazar un paso al frente, y no en exclusiva en el puesto de ‘2’    o en el backcourt, en tanto que los puntos que en el último mes nacían de las manos de un exterior deberán buscarse ahora también desde el interior. Así, recuperar al Víctor Arteaga desequilibrante del primer tramo de temporada, restituir la versión más sólida de Pol Figueras, un base que tiene temple, dirección y tiro exterior, y al que tal vez en lo anímico no ayudó la venida del dúo exterior Cone-Davis, o el poder volver a ver a aquel Alderete incombustible en cualquier acción del juego, quizá sea más factible con la marcha de Davis, y entendiendo todos ellos que ahora más que nunca la ‘causa’ demanda sus prestaciones.

Recuperados

La marcha de Davis coincide con la recuperación del escolta húngaro Andras Tanoh Dez y del ala-pívot serbio Marko Lukovic. En verdad, la llegada de Davis ocurrió tras la lesión de Tanoh, por lo que, en cuanto a efectivos, la situación es cromo por cromo. Luego es obvio que el rendimiento de uno y otro no se asemeja, pero quizá con el ‘2’ magiar el grupo gane en defensa, y su reincorporación, cuando se produzca, también ejercerá de revulsivo y permitirá al equipo disfrutar de situaciones y alternativas de las que sin él carecía. Idéntica lectura con Lukovic, quien además incrementará la competencia en posiciones más interiores.

Sin compromiso

Jordan Davis, a su llegada, proclamó que venía a liderar al equipo y a aportar su experiencia para ganar (1 de 4, el balance del Menorca con él), manifestaciones que hizo a mitad de este mes. Dos semanas después, y en plenas fechas navideñas, el jugador ejecuta su cláusula de salida y se larga (otro factor a incluir en la relación positiva, puesto que el Menorca gana dinero con su marcha). No es el comportamiento que debe acreditar un líder o un jugador que dice tener compromiso para con el equipo, por lo que en ese sentido, la partida de Davis (que va para su tercer destino en un mes tras su paso por Breogán y Menorca) debe entenderse como una carta que jugar a su favor por parte del club menorquín, que se sacude de encima a un tipo egoísta e individualista al que poco le importa el grupo o la Isla.