Llull, después de su papel protagónico en la semifinal en la que el Madrid liquidó por la vía rápida al vigente campeón, el Barça (3-0), jugará la final del campeonato nacional español por decimotercera vez en su carrera (cuarta seguida, undécima en los últimos doce años) con el objetivo de conquistar el que sería su octavo ‘reloj' de campeón ACB.
Hasta la fecha, el Barça, el que más, en diez oportunidades, Valencia (en 2017, y que le privó del éxito) y Baskonia (en 2018, título merengue), habían sido los rivales con los que el mejor deportista menorquín de la historia y actual capitán del Real Madrid se había encontrado en una eliminatoria final por la supremacía española, por lo que ahora agrega un cuarto nombre, necesariamente además, dada la condición de equipo neófito en estas lides que ostenta el UCAM Murcia que dirige Sito Alonso.
Lo llamativo de la coyuntura, a ojos del seguidor local, es que el Murcia, club fundado en 1985, era reconocido y distinguido en la Isla, y por varios lustros además, como un habitual y en ocasiones enconado rival del desaparecido Menorca Bàsquet, nunca como un candidato a títulos.
No en vano, tanto en el estadio competitivo LEB (después LEB 1, luego LEB Oro, en adelante, Primera FEB) en el último decenio del siglo XX, como en la inolvidable etapa ACB del proyecto surgido de La Salle (2005-09 y 2010-11), Menorca mantuvo no pocas batallas deportivas con el cuadro murciano, e incluso alguna, de modo indirecto, en los despachos.
Lucha por eludir el descenso
De las libradas en la pista, cabe rescatar la correspondiente al curso 2006-07, segundo del Menorca en la ACB, en cuya jornada final se enfrentaron en suelo murciano, con ambos equipos inmersos en la lucha por eludir el descenso.
El Murcia, que bajo el patrocinio de Polaris World había forjado un proyecto con aspiraciones de pelear el playoff, producto de su irregularidad, sin embargo, alcanzaba esa última y fatídica fecha liguera con posibilidades de descenso.
Juanjo Triguero, Kevin Thompson, Terrel Myers, Stephane Risacher, Marcus Fizer… un róster que, por nombres, evidenciaba recursos para optar a más que para tratar de eludir el descenso en el último momento. Pero la exigencia y dureza de la liga en aquella época, en la que España además se había recién proclamado, en verano de 2006, campeona mundial por primera vez, así lo imponía.
El Menorca de Mario Stojic y Ricard Casas, y liderado desde la presidencia por José Luis Sintes, por su parte acudió a Murcia justo después de abandonar la zona de descenso en el partido anterior, luego de 30 jornadas siendo penúltimo o último. Lo mucho que había en juego, como también la gran repercusión del proyecto en la Isla, motivó que alrededor de mil menorquines acompañaran al equipo hasta tierras pimentoneras en un desplazamiento sin precedentes, e inimaginable en tiempos actuales.
Las cuentas eran claras. Si Alicante ganaba, bajaba el perdedor del duelo entre Murcia y Menorca. El triunfo sonrió a los locales, 69-68, pero los alicantinos no resolvieron su partido y fueron ellos los que acompañaron al Gipuzkoa en su retorno a LEB. Unos días antes de aquella jornada y segunda permanencia menorquina en la ACB, un jovencísimo Sergio Llull, de apenas 19 años de edad, dejaba Manresa y la LEB Oro, a donde cayó un año atrás al perder los del Bages en Maó en la jornada final del curso 2006, y fichaba por el Real Madrid.
Temporada 2009
En cuanto a la batalla en los despachos entre Murcia y Menorca, sobreviene la que indirectamente provocó el descenso del Menorca al finalizar la temporada 2009. El cuadro insular bajó como penúltimo, y su lugar lo ocupó Obradoiro, por decisión del CSD. La causa, que el cuadro gallego, que entonces militaba en categoría autonómica, había ganado en los tribunales su denuncia contra el Murcia por alineación indebida en el playoff de ascenso de 1991. Y si reunía las condiciones economico-administrativas que exigía la ACB, pasaría a integrar la liga en octubre de 2009. De lo contrario, el penúltimo no bajaba.
La lógica sugería que Murcia debía ser el damnificado en ese 2009 a beneficio de Obradoiro, pero el club pimentonero, amparado en un cambio de propiedad de una década y pico atrás, arguyó que no se trataba del mismo Murcia, y en el marco de una asamblea de la patronal a inicios del curso 2008-09, así se estableció.
Desde ese entonces, el Murcia solo ha pisado la LEB Oro en la campaña 2010-11, y bajo el ‘mecenazgo' de UCAM (Universidad Católica San Antonio), su nuevo propietario desde 2013, no ha dejado de evolucionar, para convertirse, primero, en un asiduo aspirante a jugar playoff; después, en semifinalista de Copa del Rey, en 2022, y de Supercopa, esta temporada, en la que Unicaja le dejó atrás.
Y ahora, meses después, ha vengado esa derrota contra el cuadro malagueño ganándole los tres partidos de semifinales en la cancha costasoleña (2-3; hecho inédito en la cronología de liga), a las que accedió tras ‘cargarse' en cuartos de final al mismísimo Valencia Basket, para estrenar su estatus de finalista ACB.
UCAM Murcia, cuyas viejas batallas con el antiguo Menorca Bàsquet ya desprenden un aroma pretérito, retoma su vínculo de rivalidad con el baloncesto menorquín por medio de Sergio Llull, hijo de Paco Llull, precisamente primer presidente y uno de los grandes impulsores de la marca Menorca Bàsquet que terminó por proyectar a la Isla hasta la galaxia ACB, esa misma en la que el equipo murciano sueña, desde esta semana, con dominar por vez primera y que nuestro menorquín más internacional intentará evitar. De rival del Menorca, a rival de Sergio Llull.
El apunte
«Han ganado todo fuera de casa en playoff», avisa Llull
1 comentario
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No hay que ser tontos para saber el resultado........R Madrid 3 Los marcianos de Murcia 0 patatero. No hay nada a hacer. Esta eliminatoria no tiene color.