Incrementa el rigor del desplazamiento la condición de líder, y firme opositor al ascenso a la ACB, que ostenta el equipo coruñés (20-6 de récord), como por supuesto también el hecho de que la cita se celebre en Riazor, hogar del Leyma, y al resguardo del cual el rival de hoy del equipo insular solo ha cedido dos derrotas, sobre doce encuentros.
Hasta la fecha, únicamente Fuenlabrada, que ganó el pasado 3 de diciembre de 2023, 83-86, y más recientemente el Gipuzkoa Basket, que lo hizo hace menos de tres semanas (67-84), han conseguido vulnerar el fortín del Leyma Coruña, en el que por otra parte han sido engullidos visitantes del potencial de Movistar Estudiantes, San Pablo Burgos, HLA Alicante o Lleida.
Pero existen datos, en clave menorquina, a los que aferrarse. El primero, el buen momento de juego en que reside el colectivo que dirige Javi Zamora, que firma un balance positivo en el presente mes, que ha fundamentado en virtud de su eficacia en casa (3-2 de récord), más si cabe después de la sólida victoria que obró hace ocho días ante el Grupo Alega Cantabria y que le ha servido para aproximar una permanencia que, salvo extraño giro copernicano en este último tramo de calendario, tiene muy orientada.
El segundo motivo para ‘creer', que el Menorca ya ha sido capaz de ganar esta temporada al Leyma Coruña, al que batió por 56-51 en el enfrentamiento de la primera vuelta celebrado en el Pavelló, lo que además implicó el fin de la imbatibilidad del cuadro gallego (discurría la jornada 5 de competición), como también acotar de modo ostensible su, por entonces, elevado promedio de anotación (que merodeaba, hasta jugar en Maó, el centenar de puntos por partido). Fue aquello, asimismo la demostración de que el Menorca, a pesar de su teóricamente inferior gama de recursos, sabe desactivar desde la pizarra y el parquet a un equipo de mayor poderío.
Un tercer factor reside en el estado en que al Leyma Coruña le sobreviene el partido. Sin encontrarse en un mal momento, el equipo que dirige Diego Epifanio ‘Epi' ha rebajado, cuanto menos así lo indican sus resultados, la exuberancia y hegemonía en el juego que acreditó hasta hace algo más de dos semanas, y que le permitió situarse en la cumbre de la clasificación.
No en vano, la antes citada derrota contra el Gipuzkoa devino en su penúltimo partido en Riazor, tras lo que el Coruña, además, volvió a caer (88-82 en Fuenlabrada), lo que le supuso enhebrar dos derrotas consecutivas por primera vez en la actual temporada, y por elevación, situar en riesgo el liderato que en los albores del presente mes de marzo le auguraba como claro candidato al ascenso directo.
Y un cuarto aspecto a considerar, el cambio de estructura que el Menorca ha experimentado en relación al conjunto que ya en la ida fue capaz de superar al cuadro coruñés a partir de la llegada del interior serbio Oliver Stevic.
Otros nuevos ‘cromos' como Golden Dike, en el que será hoy su segundo partido con el Hestia Menorca, el escolta francoespañol Tom Digbeu y el recuperado tirador norteamericano Eric Demers, inéditos en el compromiso de la primera vuelta, no hacen sino abundar en esa sensación, incuestionable, de que el Hestia Menorca es un equipo diferente y sobre todo, con un manual de uso más denso y fértil, en relación al grupo que ganó al Leyma Coruña en Maó.
Eso sí, la baja del base catalán Pol Molins, aquejado de unas molestias que, según el diagnóstico médico, carecen de gravedad, pero que han abortado su presencia esta tarde en A Coruña (el base formado en el Joventut, ni tan solo ha integrado la expedición que ha viajado a Galicia), en principio debilita el ‘backcourt' que el Menorca tendrá hoy a su disposición. En lo que concierne al Leyma Coruña, un equipo reconocido por su claro afán de ataque (supera los 90 puntos de promedio por partido, siendo, con diferencia, el equipo más anotador de toda la liga), y priorizando que tiene en el grupo su principal fortaleza, cabe destacar la columna vertebral que conforman el base letón Ingus Jakovics (14 puntos y 5.5 asistencias por partido), el escolta catalán Aleix Font (9.3 tantos por cita), el alero estadounidense de origen cubano, Yunio Barrueta (14.3 tantos, 4 capturas y 13.3 créditos de valoración, sus promedios), el ala-pívot pacense Álex Galán (10 y 5) y el pívot serbio Goran Huskic (más de doce puntos, 6 rebotes y por encima de los 16 créditos de nota).
En suma, un rival de altura, que gobierna la liga, que ya ha celebrado hace apenas un par de meses la consecución del título de Copa Princesa (sobre Estudiantes, en pista madrileña) y forjado para tratar de situar por vez primera al baloncesto coruñés en la Liga ACB. Un desafío líder para el Menorca.
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