El jugador del Hestia Menorca, Álex Tamayo, no llega a cazar el balón, en una imagen que escenifica la realidad de su equipo; al colectivo insular todavía le resta un trecho en su preparación para poder alcanzar el punto idóneo.  | Moisés Copa

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El Hestia Menorca se encuentra a medio camino en su preparación. A tres semanas de empezar la temporada oficial, y con otras tantas recorridas en su actual pretemporada, el equipo de Javi Zamora viene de dejar atrás la tercera etapa, tras el Ciutat de Maó y el amistoso con Sa Tintina Es Castell, de un proceso que debe culminar el próximo 7 de octubre, fecha de arranque de la temporada oficial, en Maó ante el Melilla, con el colectivo habiendo alcanzado el mejor estado posible, tanto en lo físico, en lo táctico como en lo psicológico.

Esta tercera etapa, de doble entrega, con Sant Antoni y Palmer Mallorca como rivales en el marco del Trofeu AON Illes Balears, ha valido para que el colectivo menorquín enseñara un poco más del bosquejo de conjunto y estructura que está afianzando para la que será su primera temporada en LEB Oro.

Nombres

El Menorca sigue en proceso de construcción. De entre los nuevos fichajes, y por lo visto en estos primeros compases de pretemporada, el base norteamericano Clevin Hannah, su compatriota, el escolta Eric Demers, primera amenaza en el ‘backcourt’, y el experimentado pívot conquense Víctor Arteaga, que dará puntos e intimidación en la zona, desempeñarán un rol de gran importancia en la plantilla del curso 2023-24 (esperado por otro lado). Y de entre los que estaban, Diego Alderete y Emil Stoilov apuntan a tener asimismo un papel protagónico dentro de un grupo en el que otros elementos como Pol Molins, Álex Tamayo o Joshua Tomaic, todos ellos, al margen de alguna incursión puntual, y de estreno en la segunda liga del país, crecerán a medida que se amontonen los partidos y las semanas.

El líder

Y acotando aún más la lista en cuanto a nombres propios, lo ya intuido en el momento de su fichaje en relación a Clevin Hannah, su condición de líder y ‘jefe’ del equipo, ha quedado totalmente confirmada en apenas tres semanas de pretemporada. El ex director de juego de la Penya, ‘Granca’ y Andorra lleva la manija, aporta pausa o intensifica el ritmo del juego, según demanden las necesidades del conjunto, tiene una gran lectura, tanto en transición como en situaciones de 5x5, y no se esconde a la hora de resolver un ataque, mucho menos en los minutos más térmicos del encuentro. Buen lanzador exterior y desequilibrante en el 1x1, a medida que su compenetración con el vestuario vaya a más, lo hará el rendimiento del grupo. A efectos de lo que representó para el conjunto el superlativo Edwin Jackson el año anterior, Hannah será su sustituto natural.

Acierto

El Menorca dominó al Class Sant Antoni en la semifinal y apenas doce horas después no desafinó en su propuesta contra el Palmer Mallorca en la final por el título balear. De hecho, fueron los diversos pasajes de desacierto en el tiro que exhibió a lo largo de la final lo que realmente abortó la posibilidades de triunfo del equipo de Javi Zamora. Además, el Palmer, por contra, se manejó con unos porcentajes de acierto por encima de la media. Ni lo uno ni lo otro será lo habitual, aunque es evidente que, en el caso del Menorca, la falta de acierto en ocasiones liga con ausencia de suficiente concentración; una doble merma a corregir al respecto por tanto.

Capacidad de reacción

El equipo de Javi Zamora, aún considerando los aspectos a mejorar, acreditó en Sant Antoni de Portmany una capacidad de reacción durante la final que invita al optimismo en relación a lo que deviene; el grupo no se deja ir y nunca entrega un partido, aún cuando ganar no era primordial. Un intangible de gran valor. Así, y cuando el desarrollo del encuentro indujo a creer un cómodo epílogo para el Palmer mallorquín, más en función de la renta que llegó a cosechar en el albor del último acto (55-41, +14), el equipo de Javi Zamora supo apretar el partido, remontar, ajustar el guarismo y ganar la opción de poder forzar la prórroga con un tiro final (73-71).

Construyendo

Zamora tiró de banquillo, rotó, ensayó y probó situaciones a lo largo de la final... en suma, el resultado no fue la prioridad, el equipo está en construcción y a mitad de camino de preparación para una temporada que se presume tan prolongada como exigente e incierta, como no puede ser de otro modo para un proyecto debutante en la segunda liga del país.    Y un primer vistazo a la plantilla del Palmer, empezando por el propio exMenorca Bàsquet y exACB, Miki Servera, y prosiguiendo con Bobby Harris –azote del equipo insular en la fase de ascenso de 2022–, Mendiola, Zengotitabengoa (dos interiores de sólida carrera en ‘Oro’), Feliu... resulta evidente que la del cuadro mallorquín no es una plantilla al ‘uso’ en LEB Plata y sí en cambio un roster provisto de más similituades al de un proyecto de LEB Oro. De ahí que no quepa dramatizar en absoluto por una derrota que, en cualquier caso, algún día tenía que producirse, en tanto que el Hestia Menorca había dominado en el torneo balear en las tres veces anteriores que lo disputó. El grupo regresó ayer a Maó con la totalidad de efectivos OK, sin duda, otra lectura positiva que extraer sobre un Hestia Menorca que está a medio camino de su preparación.