Enfrascado en un lapso de cinco triunfos consecutivos y apostado en un amenazante cuarto lugar en la clasificación, que le convierte en el más directo candidato a desplazar del tercer puesto al conjunto insular, el Benicarló materializará tal objetivo de conseguir ganar esta jornada en la Isla, un dato que pone en auténtico contexto la trascendencia de la cita, sobre todo para el equipo que dirige Javi Zamora.
Puesto que para el Hestia Menorca, además de la importancia implícita de un posible triunfo que le permitiría por añadidura establecer un margen prudencial en relación a su más inmediato perseguidor (también sobre otros equipos, como por ejemplo el Fibwi Palma, con el que jugará en la jornada inmediatamente posterior), el partido ante el colectivo del Baix Maestrat significa la oportunidad de recuperar la línea triunfal luego de suscribir derrota en sus últimas dos intervenciones.
De lo contrario, la actual secuencia de calendario, la más exigente de lo que resta de fase regular desde la perspectiva del equipo insular, también repercutiría para establecer la que sería su peor racha de la temporada (desde que el curso 22-23 empezó, el Menorca en ningún tramo del mismo ha convivido con un bache de tres derrotas seguidas; su peor momento han sido los dos tropiezos consecutivos que hilvanó en la primera vuelta, precisamente al caer ante el Benicarló en la plaza castellonense y de inmediato contra el Prat en Maó, en lo que ahora ha reeditado, cediendo ante Cornellà y de nuevo con el Prat en pista catalana).
Pero todo eso son escenarios de suposición. La realidad está por ocurrir, por redactar, y el Hestia Menorca, que ha aprovechado el parón motivado por la última ventana FIBA para rearmarse (recuperando ‘tocados' como Stoilov, que regresó con lumbalgia de su participación con la selección búlgara; o Pablo Suárez, que arrastraba problemas físicos desde hacia un mes, y tratando de acelerar el proceso de integración de Miskovic y la plena puesta a punto de Edwin Jackson, que reapareció en Prat luego de tres semanas sin jugar), encara el partido pleno de convicción y de moral. En el equipo y en el club han tomado conciencia de que se incursiona, e incluso más allá de los repuntes que pueda presentar el calendario, en el ciclo más determinante de la temporada, que no solo definirá el orden y situación en el que se afrontan las eliminatorias por el ascenso, sino también, en cuanto a sensaciones, el modo en que se afrontan.
Potencial
Para lograr que cristalicen sus pretensiones de derrotar al Benicarló, el Hestia Menorca deberá contener a un rival capaz de ganar partidos desde el ataque y desde la defensa, y sofocar los no pocos puntos de amenaza que se concentran en su plantilla.
En ese orden, el pívot ucranio Vladimir Orlov (10.2 puntos y 6.2 rebotes, sus promedios), el argentino Fausto Ruesgo (12.5 tantos; 6.5 rebotes y 14.3 créditos de valoración), el base italiano Anthony Libroia (10.7 tantos, 6.3 asistencias, 3 rebotes y 14. 6 de valoración), el nacional Antonio Burgos (10.6 puntos, 3.7 capturas y 11 de valoración) y el recién fichado Pau Tendero (en el roster desde hace tres semanas) son, a título individual, los elementos más destacados de un conjunto dotado de juventud y talento en todas sus posiciones, lo que le concede la posibilidad de llevar a cabo un juego físico, pero no exento de calidad. Un adversario de máxima exigencia para el Hestia Menorca en uno de los partidos más importantes de cuantos se disputarán en la Isla este año.
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