Nacho Arroyo, el mejor de los suyos, penetrando a canasta frente al Cornellà | Gemma Andreu

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El Hestia Menorca volvió a vivir una noche negra en el Pavelló Menorca, como ya ocurriera hace dos semanas en la final de la Copa LEB Plata, y este sábado cayó ante un aguerrido CB Cornellà, a pesar de su acierto sublime desde los 6'75, con once triples de 22 intentos (76-83). Si bien los menorquines mandaron en la primera parte– con empate a 58– dos triples catalanes y una polémica actuación arbitral acabaron sacando de sus casillas al conjunto menorquín, que vio como el mayor saber estar en pista de los hombres de Mateo Rubio, resultaba determinante.

Zamora, aún con Edwin Jackson en chándal, empezó con Sanz en el ‘uno', junto a Longarela, Alderete, Yomi y Miskovic. El 4-4 a los cinco minutos reflejaba el pobre comienzo de partido de ambos equipos, negados en ataque aunque activos atrás. Un lanzamiento de Tomaic que ni tocó hierro era la muestra de los problemas en ataque de los locales (5-9), con el ex Hestia, Okeke, imposibilitando meter ningún balón dentro y Cornellà creciéndose desde la defensa. Faltaba alguien que se inspirase en el Hestia. Un mate de Popic era el 10-9, la primera ventaja, que daba alas a los suyos. Hestia ‘entraba' en partido pero era el visitante Pino, desde 6'75, que ponía el 12-15. Al final, cuarto muy nivelado y con este 16-15 final.

Tamayo sumaba de 6'75, mientras Carrasco se iba al banquillo con dos faltas; el Cornellà buscaba dentro a Okeke, con el marcador en 21-15 y Zamora rotando a los suyos. Molins estaba inmenso en el 1x1 y Mateo Rubio debía pararlo, viendo como no podían parar el ataque estático local (25-16). El Cornellà veía el aro pequeño y reboteaba bien Tamayo para los de Zamora. Tomaic de 6'75 ampliaba a la barrera psicológica de diez (28-18) y Mayo aguantaba a los catalanes con un ‘partidazo', mientras Zamora detenía el encuentro, en el 15'. Mejoraba en defensa el Cornellà e iba avanzando en ataque, en sus mejores minutos en Bintalfa, hasta que Longarela acumulaba dos triples (36-27). Arroyo cogía el timón, mientras Rubio situaba en defensa en zona 2-3 a los suyos, buscando irse a vestuarios en partido. El chileno seguía su fiesta y dos ataques poco afortunados de Miskovic dejaban en el descanso el 41-36.

Reanudación con polémica

El tercer cuarto arrancaba con duelo desde el 6'75 y el encuentro en un pañuelo, costándole a Hestia superar la férrea defensa de los exteriores (44-41). Cornellà estaba en partido y Tomaic se cargaba con la tercera falta. Llorca ponía a los suyos a uno, tras otro ataque local muy espeso, pidiendo tiempo Zamora.

El mejor de los visitantes, Mayo, se sentaba con tres faltas. Sin embargo, Hestia no estaba cómodo delante y Cornellà perdonaba ponerse arriba, a pesar de dominar el rebote defensivo, con el 44-43. Era Carrasco quien los ponía por delante, respondido por Molins, muy vigilado por Llorca. Un ‘triplazo' de Carrasco de nuevo se convertía en un mano a mano con Molins. Se caldeaba Bintalfa, con técnica al banquillo local. Y otra a Popic (48-50). Entraba Arroyo a pista para calmar ánimos pero el Pavelló Menorca estaba caliente. Molins adelantaba a los suyos en otro mano a mano con 52-51, con el encuentro en un pañuelo y alternativas constantes.

Arroyo, ya en el cuarto definitivo, volvía a las suyas desde el triple para levantar de sus asientos al público, situando el 55-51. Eran los momentos clave en Maó. Y tercera técnica al Hestia, con un Zamora incrédulo. Los nervios se apoderaban de los locales, que encima se quedaban sin Tomaic, por faltas. Zamora ponía a los suyos en zona, para sacar del encuentro al Cornellà. Con 55-56, el madrileño lo paraba y Bintalfa apretaba. Tamayo empataba a 58 pero primero Bieshaar y luego Pino, ambos de 6'75, lanzaban a los suyos con el 59-67 que paraba Zamora en el minuto 35.

Pino de ocho metros anotaba el 63-71 y el Hestia estaba bloqueado en ataque, ya qué tan solo Molins resistía la presión, ante un rival bragado. Alderete de 6'75 acortaba y alentaba al Hestia pero los catalanes estaban enchufados. Hestia anotaba de tres en tres y Arroyo ponía el 72-75. «Sí se puede», gritaba el Pavelló y el base perdía el balón, con un -4 y 22 segundos para la finalización. Rubio pedía tiempo muerto (74-78). A 14 segundos, mandaba Cornellà de seis y entraba los tiros libres, pese a la última canasta de Alderete. Al final, dolorosa derrota local, 76-83.