Timoner, en la entrada del campus de la universidad de Rio Grande, en Ohio | R.T.

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El base alaiorenc Raül Timoner, excanterano del Jovent y Barcelona entre otros equipos, ha reemprendido su 'sueño americano'. Después de interponer un paréntesis con su regreso a España para militar en el Benidorm de Liga EBA, lo que hilvanó con la conclusión de su ciclo de instituto en suelo 'yankee', el director de juego menorquín se comprometió en el albor del presente verano con la Universidad de Rio Grande, un pequeño 'college' integrado en la NAIA (nivel inferior a la NCAA), en el estado de Ohio, donde compaginará su pasión por el baloncesto con los estudios de grado superior.

El jugador se siente motivado y destila ilusión, e incluso en la semana en curso ha presentado en las redes sociales un blog en el que glosará con regularidad su andadura universitaria. Una andadura que Timoner desarrollará en un enclave que no es si no la cuna de un viejo récord, el de anotación ostentado por el ya desaparecido Clarence 'Bevo' Francis, y que durante varios decenios concedió a la modesta universidad norteamericana repercusión mundial.

Fue un 2 de febrero de 1954 cuando 'Bevo' Francis convirtió 113 puntos en un partido de la Universidad de Rio Grande frente a la de Hillsdale, repartidos en 38 canastas y 37 tiros libres, puesto que en ese entonces no existía el triple, lo que no hace sino incrementar la valía de un récord que se postergó hasta que el 10 de octubre de 1985 el croata del Zadar, Zdenko Babic, sumó 144 puntos ante el Apoel Nicosia en una ronda preliminar de la extinta Copa Korac (192-116).

La marca de Francis, compulsivo anotador (en otros partidos superó los 80 tantos) sobrevivió, por ejemplo, a los 100 puntos de Frank Selvy (Furman University) aquel mismo 54, a la también centena alcanzada por el legendario Wilt Chamberlain en la Regular NBA de 1962 (jugando para los Warriors de Filadelfia), o a los 112 que sumó Drazen Petrovic para la Cibona en la primera jornada de la liga yugoslava 85/86 ante el Olimpia de Ljubljana.

Precisamente, aquella mágica cifra del 'genio de Sibenik' instigó, semanas después, el intento, conseguido, de Babic y el Zadar, unos 144 puntos (muy cuestionados en la época, pues la actitud de Babic resultó deliberada, sin siquiera bajar a defender ante un rival menor) que por extensión desbancaron los 113 que distinguieron a Francis a lo largo de más de treinta años. Con todo, Rio Grande no deja de ser la cuna de un viejo récord mundial, el nuevo hogar del alaiorenc Raül Timoner.