Pitu Jiménez, ayer en su puesto en Sa Plaça de Maó. El madrileño se siente muy a gusto en la Isla | LL.O.P.
24/03/15 0:00
Despacha en su puesto de trabajo con la misma exquisitez con que reparte juego en cancha, seduciendo al constante flujo de clientes con similar efectividad a la que irradia en el instante de anotar o defender. Educado, agradable interlocutor, incluso una dosis de la simpatía que desprende en la calle encuentra émulo, como una suerte de prolongación de su afable carácter, en su modo de desarrollarse en un escenario que no ha dejado de ser su pasión; el baloncesto. No cabe duda que tratamos con un ejemplar de excepción.