Imagen de archivo del Sant Lluís | Archivo

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El Sant Lluís se siente en estado de sitio. Y de preocupación. Ha discurrido una semana desde que el club que preside Rosendo Pons trasladara a la Federació Balear su petición de integrar durante la próxima temporada el grupo C de liga EBA (compuesto por equipos de la geografía catalana), derecho adquirido, ser encuadrado en una liga de pleno carácter estatal, en la pista tras vencer la Primera Balear.

La propuesta llegó a la comisión delegada de la competición el martes reciente, que a su vez emplazó a la asamblea de la Española, a celebrar a final de mes, para que decida. La solicitud es conjunta entre Sant Lluís, Pla y Andratx (los tres clubes del Archipiélago con rango EBA). Sin embargo, desde Ses Canaletes no agrada el «inmovilismo» que dicen advertir desde Palma en las últimas fechas, y que propicia la percepción de orbitar en una suerte de 'callejón sin salida'.

«Estarellas no está presionando a los asambleistas ni a nadie, la cosa está 'fría'», lamenta el presidente lluïsser, consciente de que el tiempo apremia y de que es en estos días cuando se ventila el futuro del equipo y del club. El Sant Lluís entiende que hay un proceso natural a proseguir, pero asimismo considera fundamental que éste se acelere «y encauce» en la medida de lo posible en favor de sus intereses.

«Desde la Balear se han limitado a remitir nuestra solicitud, no han articulado contacto alguno con nadie», sigue Pons, que avisa «igual, si no nos quieren en la EBA catalana o valenciana, no nos interesa disputar la Primera Balear el año próximo». El Sant Lluís no descarta en días inmediatos efectuar un 'barrido' entre varios clubes catalanes, para pulsar y conocer hasta que punto existiría predisposición a darle cobijo en el grupo C. Pons y su equipo directivo son conscientes de que la palabra de los mismos puede decantar la suerte de su futuro (allanar el trayecto o dinamitarlo).

Sin embargo, según ha podido saber este diario, desde el entorno del basket balear se ha tanteado al respecto a un pequeño ramillete de clubes catalanes, de modo extraoficial, que deslizan «no ver con buenos ojos» el retorno del 'producto' menorquín –ni balear– a su competición de EBA. Como fuere, nada hay cerrado en absoluto, pero el extremo sí es indicativo. Y poco tranquilizador.

Federación española

El Sant Lluís prevé un contacto con la instancia federativa, en Madrid, con antelación a la asamblea. El club está advirtiendo que su pelea es casi en solitario, pese a que paradójicamente de ésta depende el devenir del basket balear, de ahí que tratará de atar todos los cabos que pueda. En otro campo, el institucional, están proliferando los contactos.

El conseller d'esports del CIM, Juanjo Pons, llamó a Rosendo Pons hace un par de días, al que trasladó su absoluto respaldo. Javier Morente, director general de deportes del Govern, contactó ayer con Kote Vidal, directivo del club, y su discurso mantuvo una línea similar al del conseller, lo que «agradecen» desde Ses Canaletes, si bien precisan de algo más.

El tiempo acucia, los jugadores «están nerviosos, y aún no hemos podido negociar con Pons de Coca, que es nuestra opción para el banquillo», apostilla Rosendo Pons. El Sant Lluís, vigente campeón balear, casi sin margen de maniobra. En estado de sitio.