Lo han vuelto a conseguir. No pregunten cómo ni por qué pero la realidad es que no hay dos sin tres para el equipo de un club en situación económica límite, con un futuro de lo más incierto, que ha repetido la gesta de hacerse un hueco en la mejor Liga de Europa.
La historia deberá recoger, con todos los honores, que una entidad de esta tierra, el Menorca Bàsquet, fue capaz de dar el salto al mismo campeonato en el que juegan el Barcelona y el Real Madrid, en tres ocasiones -tres- durante el mismo decenio, en apenas 7años entre 2005 y 2012.
La Ciudad Autónoma de Melilla vivió ayer tarde el noveno triunfo del sorprendente grupo que adiestra Josep Maria Berrocal, triunfador total en su debut en España, en este play off.
El Menorca se ha ganado a partir de esta victoria el derecho a reingresar en la Liga de las estrellas.
La victoria por 63-82 dio paso a las escenas de alegría indescriptible a las que ya parece abonado el Menorca tras haberlas estrenado hace 7 años en León y más recientemente, dos temporadas atrás, en Maó, en el recordado quinto partido del play off final ante el Burgos.
El equipo, jugadores, técnicos y dirigentes merecen el aplauso por la gestión deportiva que ha trasladado, una vez más, el nombre de la Isla a todos los rincones de la geografía nacional, más si cabe, durante la final retransmitida por Televisión Española a todo el país, y el canal autonómico balear. Descender y ascender dos veces de forma consecutiva es una gesta difícil de igualar.
El entusiasmo distinto, inferior a los dos logros anteriores, que parece presidir este tercer ascenso por mor de las dudas que rodean al club no desmerece el éxito indiscutible del mérito obtenido, que abre desde ya, un nuevo desafío para todos, club e instituciones. El Menorca es ya un equipo ACB hasta que se demuestre lo contrario. Enhorabuena.
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