"Espero que ni sea la última rueda de prensa que dé en Menorca ni el último entrenamiento". Josep Maria Berrocal lanzó este mensaje de optimismo a los periodistas que acudieron a su monólogo previo al tercer y cuarto partido del play off que se disputará en Lugo.
"Vamos con la confianza y el convencimiento que nos dio la victoria del segundo partido", explica el técnico, que alaba que "en un momento difícil, a diferencia del viernes, fuimos capaces de levantarnos, ayudarnos y vencer".
Falta que las buenas sintonías que percibe el catalán aferren en sus jugadores hoy, cuando partan hacia Lugo, y mañana, a partir de las 20.45, cuando intenten recuperar el factor cancha. "
Para mí solo existe el viernes, no malgasto energías pensando en nada más", apunta un Berrocal que espera recuperar a César Bravo, que tiene unos problemas en el gemelo, de cara al trascendental duelo.
"Me imagino que los partidos de Lugo serán similares a los otros cuatro que ya hemos disputado esta temporada -dos victorias por equipo- aunque creo que el Breogán intentará anotar más, jugará más duro, más intenso… Les favorecerá el ambiente hostil que creo que nos recibirá pero que hace todavía más bonito jugar al baloncesto", advierte el técnico menorquinista.
¿El equipo está bien? "Sí, está entrenando bien, falta que César Bravo termine de recuperarse de los problemas que no le han dejado jugar porque para nosotros es un elemento importante, el único que ha tenido un rol marcadamente defensivo y le necesitamos para parar a algunos jugadores del Breogán".
Berrocal, manteniendo el discurso que ha compartido toda la temporada, dice que "el partido más importante del año es siempre el próximo, no pienso en nada más que no sea el viernes" y que la clave para ganar será "estar juntos y tranquilos en los peores momentos, buscar soluciones en la pista porque no siempre el banquillo puede solventar el problema, hay que saber gestionar bien los nervios".
El ex del FC Barcelona considera que "el equipo debe entender que lo táctico no es el único problema sino saber llevar lo anímico y lo emocional, estar tranquilos y pensar más en el baloncesto que en el resultado".
A la hora de hablar del rival, de sobras conocido a estas alturas, el catalán cree que todavía los dos equipos tienen la capacidad de sorprender al otro y califica a Lugo como "un equipo muy completo, en el primer partido nos hicieron mucho daño por dentro, hay que parar a Feldeine y a Ogirri, sus referencias exteriores, pero también hay que pensar en Manu Gómez, Seal, Dia o Navajas, que el domingo metió a su equipo en el partido con dos triples consecutivos y en la Liga decidió la victoria en la prórroga en el Pazo".
"Nos gusta que el ambiente sea hostil, les he dicho a los jugadores que no tienen que tener miedo sino vivir el partido como si fuera aquí, estar juntos y que si alguien se mete con Oliver Arteaga -ex de Lugo-, se mete con toda Menorca". Eso incluye desde el primer jugador hasta el último aficionado.
"Quiero cumplir mi contrato pero no solo depende de mí"
Josep Maria Berrocal tuvo que hacer frente, en la rueda de prensa, a una pregunta estrechamente ligada a su futuro. "¿Te ves en Menorca la temporada que viene?".
Amante del día a día, el técnico catalán afirmó que "me gustaría estar aquí el año que viene pero no depende solo de mí". El Menorca Bàsquet sigue su particular lucha para tratar de superar el Concurso de Acreedores, una situación que tiñe de bastante oscuridad el futuro inmediato del club si no encuentra una solución.
Berrocal llegó a la Isla el pasado verano tras proclamarse campeón de la Superliga de Ucrania con el BC Budivelnik y firmó por dos temporadas. "Vine a Menorca convencido de hacer dos años renunciando a otras proposiciones tanto aquí como en el extranjero y buscando una serie de cosas que estoy encontrando. Cuando acabe la temporada ya lo pensaremos pero ahora solo estoy centrado en hacerlo lo mejor posible", explicó ayer el entrenador, centrando todo el foco de atención en los dos partidos de play off que se disputarán entre mañana y el domingo.
El título en Ucrania y su buen hacer como ayudante en el FC Barcelona sitúan a Berrocal como un técnico con una proyección brillante.
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