TW
1

La española María Pérez, con un tiempo de 1h26:51, se convirtió este domingo en Budapest en campeona del mundo de 20 kilómetros marcha.

María Pérez, de 27 años, arrebata la corona de campeona mundial de la distancia a la peruana Kimberly García León, que entró cuarta.

Subcampeona del mundo se proclamó la australiana Jemina Montag y el bronce se lo colgó la italiana Antonella Palmisano.

Después de la frustración de un 2022 para olvidar con sendas descalificaciones por marcha irregular en el Mundial de Eugene y el Europeo de Múnich, María Pérez vivió un punto de inflexión que, junto con su entrenador, Jacinto Garzón, la llevó a hacer algunos cambios en su manera de marchar.

Con menos fuerza y más técnica, la marchadora granadina comenzó a trabajar un apoyo que llegase antes al suelo, absorbiendo el impacto de los pasos con el tronco y no haciendo tantas oscilaciones en el tren superior.

Concentrada al máximo para este año, el éxito de esos cambios comenzaron a verse el pasado mes de mayo, cuando en el Europeo por países, en Podebrady (República Checa), ganó la carrera y batió la plusmarca mundial de 35 kilómetros con 2h37:15.

Tres meses después, en otra ciudad del corazón de Europa, en Budapest, María Pérez volvió a sonreír con un triunfo incontestable en los 20 kilómetros marcha del Mundial. Fue la recompensa a una espartana rutina de trabajo, coronada las últimas semanas a 1.800 metros sobre el nivel del mar, en Font Romeu, en los Pirineos. Anteriormente, también estuvo en Sierra Nevada.

La española salió muy concienciada a la carrera en Budapest. Desde el principio estuvo en el grupo de cabeza que hasta pasado el ecuador de la prueba estuvo formado por otras siete atletas, la australiana Jemina Montag, la italiana Antonella Palmisano, las chinas Jiayu Yang y Zhenxia Ma, la mexicana Alegna González, la peruana Kimberly García León y la ecuatoriana Glenda Morejón.

Pasado el kilómetro quince, María Pérez, con sus 1,58 metros de altura, cambió el ritmo sin mirar atrás y henchida de confianza se puso primera. Solo la siguió Jemina Montag, que, poco a poco, vio como la marchadora de Orce, un pueblo granadino de poco más de mil habitantes, se marchaba en solitario.

María llegó a meta en solitario y afrontó los últimos metros con una sonrisa en los labios, portando la bandera española y celebrando su triunfo casi andando dada la ventaja con sus perseguidoras.

"María es una persona emocional. Esto es el triunfo de la España despoblada, de esos pueblos donde es muy difícil salir adelante", declaró en la meta su entrenador, Jacinto Garzón, que sacó del bolsillo de su pantalón una estampita de Santa Teresa de Jesús a la que se encomendó para la carrera.

Jacinto Garzón es una de esas personas que forman el núcleo duro de María Pérez. Otras son el experto en nutrición y fisiología Jesús Rodríguez Huerta o el entrenador Paco Mulas, así como los exmarchadores profesionales Jesús Ángel García Bragado y Josep Marín, consejeros siempre que la ocasión lo requiere. También algunos de los investigadores de la Universidad de Granada que se han puesto a disposición de su paisana para hacerla mejorar y llevarla a las cotas más altas del rendimiento atlético.