Atletismo /// El domingo llega el ‘examen’ tras meses de entrenamiento, un reto que emociona con solamente leerlo

Barcelona desde dentro

Unos 30 menorquines participarán en la Zurich Maratón de Barcelona, una cita especial por la peculiaridad de su circuito por los lugares más emblemáticos y por la afluencia: 18.400 corredores

Multitudinaria. La salida de la carrera congregará a más de 18.000 personas delante de la fuente de Montjuïc, en la plaza España de Barcelona - maratón de barcelona

Dino Gelabert-PetrusMaó15/03/13 0:00

Menuda suerte tienen algunos... No solamente disfrutarán corriendo sino que encima les cerrarán las calles de Barcelona apropósito para que se traguen 45 kilómetros y 195 metros. Más de 18.000 personas tomarán la salida el domingo en la Zurich Maratón de Barcelona que recorrerá los puntos más emblemáticos de una ciudad condal que responderá a los visitantes como es debido, con su sonrisa de gala. De los 18.000, unos 30 corredores serán menorquines residentes en la isla a los que se sumarán estudiantes y 'exiliados' que no dejarán pasar la oportunidad de disfrutar de un atípico y placentero paseo de algo más de 45 mil metros.

Esta prueba en Barcelona está considerada como una de las demás afluencia de Europa y, por ente, de las más prestigiosas. No solamente por el aspecto competitivo, con un cartel de corredores de lujo, sino por cómo se vuelca la ciudad ya que los números hablan de que hasta 200.000 personas salen a la calle para animar a los participantes. Además, los corredores trotan entre Las Ramblas, Passeig de Gràcia, Plaça Catalunya, parte de la Diagonal, por delante de la Sagrada Familia y del Camp Nou, en un circuito tremendamente atractivo.

De entre el nutrido grupo de menorquines destacan algunos testimonios como el de los hermanos Isma y Juanda Coll Carreras, que experimentarán las emociones en su propia piel o las de Teresa Álvarez y su marido que se encontrarán con sus tres hijos en la línea de meta. Las motivaciones para disputar esta maratón son varias y distintas. Lo que no cambia en el mensaje de estos protagonistas es que calzarse las deportivas y echarse unos kilómetros supone una droga sana y muy adictiva. "Lo pruebas y quieres más, corres diez kilómetros y piensas en entrenar para llegar a los 20", reconocen.

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