Gabriel Le Senne, en primer término, en una reunión de la Mesa del Parlament. | CATI CLADERA

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En un hecho sin precedentes en los 40 años de historia del Parlament, el president de la Cámara, Gabriel Le Senne, presentó una denuncia ante los tribunales por la decisión de que la bandera LGTBI ondeara en la fachada del Parlament. Un juez ha empezado ahora a considerar esta denuncia y ha pedido al Parlament que le envíe todo el expediente con la decisión de la Mesa de la Cámara de colgar la bandera. Le Senne se opuso y, al no tener mayoría para que la bandera no pudiera colgarse, llevó al caso a un juzgado.

La petición del expediente es un trámite que deberá abordar la Mesa del Parlament esta misma semana. En esa reunión se acordará el envío del expediente pero también se decidirá, con toda probabilidad, pedir a Le Senne que, a partir de ese momento, se abstenga de acudir a las reuniones en las que deban tomarse decisiones sobre este asunto.

El Parlament se encontrará con la extraña circunstancia de que los letrados deberán defender a la Cámara de la denuncia de su president y tendrán que hacer informes donde se acredite que la decisión de que ondeara la bandera fue legítima y democrática.

Neutralidad comprometida

Para garantizar la normalidad del proceso, el president no podrá tener acceso a estos informes ya que no podrá tener los argumentos de los denunciados puesto que él es el denunciante. Fuentes del Parlament creen que el president se equivocó al presentar la denuncia en su nombre ya que compromete su supuesto papel de neutralidad en la Cámara desde el momento en que es autor de la denuncia.

Gabriel Le Senne basó su recurso en diversas sentencias previas que giran sobre la idea central de que las instituciones públicas deben respetar el principio de neutralidad y objetividad, tal y como señaló el Tribunal Supremo en el año 2020 en una resolución sobre una cuestión similar. El recurso que presentó el president del Parlament defiende que la Cámara incurrió en una «clara ilegalidad» al colgar la bandera. y añadía que su mantenimiento en la fachada podría significar la «aceptación de impunidad de un acto ilegal en un edificio público».

La Mesa del Parlament, aceptó colgar la bandera a instancias de Més, que registró una petición al respecto. Lluís Apesteguia se mostró muy satisfecho con este acuerdo, que se tomó con los votos a favor del PP y del PSIB y el voto en contra de Le Senne, que acusó al PP de «traición». «Es importante que no se produzca la situación del año pasado y que el Parlament no se avergüence de los derechos y las libertades de las personas, con independencia de su orientación sexual», dijo en su día el portavoz del PSIB, Iago Negueruela.

Le Senne dio una rueda de prensa ese mismo día en la que informó que presentaría una denuncia en contra. Finalmente lo hicieron tanto él en su nombre como Vox.