El producto local cada vez está más presente en la cesta de la compra de los supermercados de Baleares.

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Aunque en los últimos años, con el progresivo declive de la payesía, se ha ido reduciendo la cantidad del producto local agrícola y ganadero que se elabora en Baleares, el importe de las ventas en su conjunto en los grandes supermercados experimentó una subida media de un 6 % en 2023. Podríamos pensar que este incremento se debe a la inflación (el año se cerró con un 7,3 % de subida de los precios de los alimentos), pero lo cierto es que el volumen total de ventas de productos de Las Islas también está creciendo.

Eroski Baleares cerró el año con 67,7 millones de venta de producto local. «Trabajamos y colaboramos con más de 158 proveedores locales de los que comercializamos más de 1.375 referencias de forma estable. No es una apuesta puntual, están activas en nuestra gama de forma constante», explica la cadena.

Los productos locales que más incrementaron sus ventas en 2023 en los estantes de los supermercados son los huevos frescos (más de un 15 %), seguidos del aceite con denominación de origen de Mallorca y las bebidas (con más de un 9 %) y los helados (más de un 2 %)

Mercadona colabora en Baleares con más de 45 proveedores de producto. «Por un lado distribuimos productos de marcas locales como pueden ser Quely, Laccao, Embutidos Munar… y por otra parte colaboramos con lo que llamamos Proveedores Totaler, que son los proveedores especialistas que fabrican bajo nuestras marcas propias Hacendado, Bosque Verde, Deliplus y Compy. Es una colaboración basada en la confianza y en la especialización de cada producto que persigue ser capaces de ofrecer a los clientes la posibilidad de acertar o, lo que es lo mismo, de disponer de la mejor opción tanto de calidad como en precio para cubrir sus necesidades», dice la cadena propiedad de Juan José Roig.

«Hace más de quince años que los principales supermercados vieron que apostar por el producto local era una buena estrategia de márketing, Lidl (al que yo le vendo patata) lo está haciendo mucho. Es algo que nosotros vimos ya hace muchos años que hacían en Inglaterra. Presumían de sus agricultores para vender sus productos», explica el presidente de Asaja y director general de Esplet, Joan Company. «El consumidor agradece que el producto sea de la zona en la que se consume y los supermercados lo saben. Se emplea como técnica para vender más en sus zonas y pasa especialmente con los productos perecederos», añade.

Lidl presume de su apuesta por el producto balear. «En los últimos seis ejercicios (2018-2023), Lidl ha comprado artículos regionales por valor de más de 120 millones de euros, demostrando así su firme compromiso con los productores de la tierra. En este sentido, la cadena ya adquiere 25 millones de euros al año en artículos de las Islas y trabaja de forma recurrente con unos 30 proveedores baleares, siendo una de las principales plataformas de internacionalización del producto local. De hecho, de todo lo que compra anualmente en Baleares, ya destina un 12 % a la exportación a su red internacional, formada por más de 12.200 tiendas en una treintena de países en el mundo», dice.

Fue en 2021 cuando Lidl puso en marcha la campaña És balear, és bo incluyendo en todas sus tiendas de Mallorca un espacio dedicado exclusivamente a productos del sector primario balear como la patata mallorquina, el tomate de ramallet, el calabacín, la cebolla, el queso, diferentes vinos y pan y bollería tradicional de las islas, entre otras.

«El producto local con calidad y capacidad competitiva aporta valor a las grandes superficies. Hay que producir muy bien para ser competitivo en fruta y verdura como lo somos en las Islas, pero también en otros productos que nos diferencian. Un buen ejemplo es la porcella negra, con la que se elabora una sobrasada diferenciada de alta calidad, o nuestros quesos», explica el presidente de Asaja, Joan Company.

Sobre el auge de las marcas blancas en los supermercados, Company sostiene que «esto se ve cuando haces el porcentaje sobre las ventas totales de los supermercados, pero haciendo nuestro producto local con nuestra propia marca, como hacemos nosotros, ganamos cuota a la entrada de productos de fuera como la patata», dice el también director general de Esplet.

Para Asaja, la estrategia pasa por «poner en valor lo de aquí y no abaratar precios. Cada vez hay más empresas que tienen como objetivo hacer un producto de calidad que vale lo que vale. No es barato, pero es competitivo en precio y en calidad. Por ejemplo, la naranja que tenemos aquí es muy buena y si la colocan al lado de una naranja importada gana la mallorquina, no por bonita sino por su sabor. Quien la cata se la lleva sin pensarlo», concluye.