El sueldo de los funcionarios ha mejorado, pero han perdido poder adquisitivo. | Pere Bota

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El sueldo de los funcionarios de Balears ha subido entre 3.200 y 11.000 euros en los últimos 15 años, en función de la categoría y antigüedad de cada uno de ellos. Así lo pone de manifiesto el cálculo que ha realizado CCOO tomando como referencia una media de los salarios de los empleos públicos más representativos de las Islas. Estos datos se pueden extrapolar a los empleados públicos de las diferentes administraciones.

Alfredo Gutiérrez, secretario de Acción Sindical de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO en Balears, precisa que las retribuciones de los funcionarios se han incrementado exactamente un 18,65 % «si sumamos todas las subidas que han tenido lugar desde el año 2009». Se toma como referencia dicho ejercicio porque fue el previo a la bajada salarial que se aprobó con motivo de la crisis económica. Cabe recordar que en 2010, el Gobierno presidido por José Luís Rodríguez Zapatero le recortó el sueldo a los funcionarios un 5 %; era la primera vez en la historia que se tomaba esta drástica medida.

A partir de ahí comenzaron unos años muy duros para los trabajadores públicos, que mantuvieron sus salarios congelados hasta el ejercicio 2016, cuando tuvieron una subida del 1 %; que se volvió a repetir en 2017. En 2018 la mejora de sueldo fue del 1,75 %; en 2019, del 2,5 %, en 2020, del 2 %, en 2021, del 0,9 %; en 2022, del 3,5 %; en 2023, del 3,5 %; y en 2024, un 2,5 %. Cabe recordar que está pendiente de aplicar la última subida salarial, que posiblemente los funcionarios estatales ya perciban en la nómina de este mes de julio y los autonómicos a lo largo del verano. Además, vendrá acompañada de una paguilla, ya que tiene carácter retroactivo desde el pasado 1 de enero. En 2025 también recibirá un 0,5 % con carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2024.

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Si el incremento de las retribuciones acumulado en los últimos 15 años se aplica a los puestos de trabajo más representativos, se obtienen las cifras citadas con anterioridad. De este modo, Gutiérrez pone como ejemplo que «un administrativo de la CAIB en el ejercicio 2009 ganaba 22.000 euros brutos anuales, mientras que ahora percibe un poco más de 26.100 euros de media. Por tanto, se trata de 4.100 euros brutos más anuales».

En el caso de una limpiadora de la CAIB, su sueldo ha pasado de los 17.500 euros brutos al año de 2009 a unos 20.763 euros en 2024; es decir, unos 3.263 euros. Por su parte, un jefe de departamento con una antigüedad de más de 20 años ha pasado de ingresar 59.000 euros brutos anuales en 2019 a más de 70.000 euros brutos anuales en 2024.

Pérdida de poder adquisitivo

El secretario de Acción Sindical de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO en Baleares precisa que pese a estas mejoras salarias, logradas con el «esfuerzo de los sindicatos», los funcionarios han pedido poder adquisitivo. Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) el Índice de Precios de Consumo (IPC) se ha incrementado un 35,8 %, mientras que el sueldo sólo les ha subido un 18,65 %. «Entendemos que estamos lejos de recuperar el poder adquisitivo que durante la pasada crisis fue mermado de manera sustancial, y es por eso que desde CCOO, como sindicato más representativo de las Administraciones Públicas, en la próxima negociación del nuevo pacto con el Gobierno propondremos medidas que logren paliar esta pérdida», avanza Gutiérrez.

En este punto, añade que los trabajadores públicos son conscientes de las dificultades económicas por las que ha atravesado España, en la crisis económica de 2010 y en la pandemia de la COVID-19. Sin embargo, precisa que los trabajadores públicos no tiene qué asumirlas y una vez que se ha recuperado la economía es el momento de que esto se refleje en sus salarios. No obstante, reconoce que aunque les queda bastante dinero por recuperar, durante estos años también han logrado, «gracias a las duras negociaciones», mejoras laborales como la reducción de la jornada a las 35 horas semanales, los permisos de conciliación o la jubilación parcial, que está a punto de desarrollarse.