Asegurar los alojamientos. FTI, Sidetours y los hoteles baleares afectados están trabajando codo con codo para asegurar los alojamientos de los clientes desplazados a las Islas. | M. À. Cañellas -

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La quiebra del FTI mantiene en el aire las vacaciones de más de 300.000 de clientes que tenían contratadas sus vacaciones con el turoperador alemán, tercero en importancia y volumen de operaciones en ese país por detrás de TUI y DER Touristik y por delante de Alltours. Esas son al menos las estimaciones de fuentes de la Asociación Alemana de Agencias de Viajes (DRV) y del sector hotelero balear.

Por otro lado, los otros turoperadores de Alemania están a la expectativa de lo que dispone el Gobierno y, al menos en el caso de TUI, estarían abiertos a ayudar al rescate de parte de los clientes de FTI con sus paquetes ya contratados dependiendo «de la naturaleza de las reservas y del apoyo requerido».

La incógnita de cara a lo que sucederá en los próximos días es casi absoluta entre el sector hotelero. Por lo pronto, se sabe que los clientes que contrataron un paquete vacacional con FTI están cubiertos por el Fondo Alemán de Seguridad en los Viajes (DRSF). Este fondo, creado en 2021 después de las sacudidas en el sector turístico que supusieron la quiebra de Thomas Cook primero y la COVID después, protege a los viajeros que reservaron un viaje combinado contra el riesgo de insolvencia de su proveedor de viajes.

Así, FTI anunció en su web que está obligado por ley a cancelar todos los servicios reservados, pero que el DRSF garantizará el reembolso de los pagos en el caso de los viajes combinados. Por contra, los que contrataron servicios por separado vía on-line lo tienen bastante peor, ya que el fondo alemán no cubre ese desembolso. «Los servicios individuales no están cubiertos por la cobertura legal de los viajes combinados y, por tanto, no están cubiertos por el DRSF», señala FTI.

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Los rumores sobre la situación económica de FTI estaban planeando sobre el sector desde hace tiempo. La pandemia hizo mella en sus cuentas y las cifras de reservas previstas para esta temporada se encontraban por debajo de lo esperado. De hecho, se barruntaba que DER Touristik podría comprar la compañía. Algunos hoteles baleares asociados con el turoperador en mayor o menor medida habían optado por curarse en salud y llevaban meses operando en régimen de prepago.

Por su parte, la agencia mallorquina Sidetours, receptora en exclusiva de FTI en Baleares, emitió ayer un comunicado en el que pretendía enviar un mensaje de «seguridad». Principalmente a los hoteleros, tanto cadenas como establecimientos independientes de las diferentes zonas en las que opera Sidetours, quien garantiza que «haremos frente a nuestros compromisos».

«Hablaremos con todos a nivel individual para llegar a las mejores soluciones», aseguraba para resaltar la fiabilidad de su marca, «avalada por 50 años de trayectoria». Sidetours no solo se hace cargo de la recepción de los clientes de FTI en Baleares: es responsable de ese servicio en el conjunto de España -con la excepción de Canarias- y de Portugal. «Somos muy conscientes de las implicaciones que tiene este anuncio al inicio de los meses fuertes de la temporada», señalan para añadir que se está evaluando a fondo la situación de estas reservas caso por caso.

Así, subrayaron que los clientes con un paquete vacacional contratado, es decir, la inmensa mayoría, deberán esperar las indicaciones de FTI de cara a orquestar su regreso a su país de origen. Idéntico caso para los que estaban a punto de llegar.