Imagen promocional de Thomas Cook, en Son Sant Joan en 2019.

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La quiebra del touroperador germano FTI ha hecho resurgir los fantasmas que recuerdan otros episodios convulsos que han afectado al sector turístico en anteriores épocas, situaciones en algunos casos derivadas o relacionadas a algunos momentos de crisis socioeconómica a escala europea o mundial. Sin duda, el caso de Thomas Cook, el segundo operador más potente del planeta y el más antiguo (178 años de historia), fue el más impactante por el efecto que tuvo a escala mundial y también en Baleares, pero ha habido otros que también dejaron su huella en el sector que vertebra la economía de las islas.

Thomas Cook se declaró en quiebra el lunes 23 de septiembre de 2019, después de fracasar las negociaciones de emergencia llevadas a cabo con su principal accionista, el grupo inversor chino Fosun, y sus acreedores con el objetivo de intentar recibir una inyección de capital que le permitiera seguir operando. Una crisis que afectó sobremanera a los empleados de la sede mallorquina de este gigante del turismo que acabó desplomándose, llevándose tras de sí a otros más pequeños como Tour Vital.

Retrocediendo en el tiempo y yéndonos a 2010, la quiebra de Viajes Marsans, la primera agencia de viajes española, dejó un agujero de enormes dimensiones, señalándose a su responsable, Gerardo Díaz Ferrán y teniendo también impacto en la economía balear por su importante presencia en las islas, aunque también en el resto del país. Anteriormente, en 2008, se quedaron en el camino la británica XL Leisure Group y K&S Travel, que en apenas una semana anunciaron su situación de quiebra.

Los trabajadores de Orizona, en la sede palmesana. Foto: Jaume Morey

Poco después, la polaca Alba Tours (2012) se sumaba a la lista de víctimas, que engrosaba en 2013 otro de los casos más mediáticos. Orizonia presentaba en febrero de 2013 concurso de acreedores, afectando a 4.000 trabajadores y a toda la logística. En ese mismo año, inmersos en una dinámica de recesión mundial, cayeron Versys Travel, Travelmar, Ekoalfa, Angalia Tours, CMC Viajes, Viamar Online, el neerlandés OAD Reizen o el alemán GTI Travel. Más adelante, en 2017, fue JT Touristik el que bajaba la persiana y un año antes, en julio de 2016, era Low Cost Travel la siguiente víctima.

La crisis sanitaria derivada de la pandemia se llevó por delante en 2020 nada menos que a 21 mayoristas en el Reino Unido y ya los casos más recientes nos llevan a 2023 y a Attika Reisen, touroperador alemán con 47 años de historia y especializado en destinos como Grecia o Chipre. Un anticipo de lo que ha sido la caída de FTI, que activa todas las alarmas dentro del sector.