Hay ciertos tumores para los que la cirugía no funciona; que son resistentes a la quimioterapia, o a los que no se les puede aplicar radioterapia porque tienen una localización complicada y no hay que comprometer estructuras vitales. Para este tipo de casos conviene quemar las células cancerosas y hay tres fórmulas extendidas para hacerlo: el calor con microondas, la radiofrecuencia o el frío a través de la criobalación. Sin embargo, en el Congreso Europeo de Intervencionismo Oncológico que se ha clausurado en Palma este mieércoles, se ha hablado también de la electricidad. «A través de unas agujas se crea una corriente interna que rompe las membranas de las células y las mata», explica la doctora Gemma Sempere, radióloga en Son Espases y miembro del comité organizador local del congreso.
La técnica se llama eletroporación irreversible y se usa para tratar el cáncer de riñón, hígado, próstata o páncreas. «Consigue matar o eliminar al tumor mediante una técnica percutánea, colocando unas finas agujas en la piel, y permitiendo que el paciente sea dado de alta al día siguiente, sin cicatriz», explica el doctor José María Abadal, especialista en Radiología Vascular Intervencionista en el Hospital Universitario Severo Ochoa, de Madrid.
Es un tratamiento mínimamente invasivo en el que se colocan las agujas dentro de un tumor «y creamos un campo eléctrico, controlado por el aparato, que destruye las células tumorales, todo lo que hay dentro», detalla el experto. La principal ventaja es que las estructuras de alrededor no se dañan.
Este tipo de terapia se usa ya de forma extendida a nivel europeo y en algunos hospitales españoles, pero se destina a «determinados cánceres, en determinadas localizaciones, donde otros tratamientos no llegan... Es una nueva posibilidad», añade el doctor Abadal.
El primer caso para este especialista fue en 2015, en Madrid, se trataba de un tumor localizado en el centro del riñón de un paciente que sólo disponía de uno de estos órganos, no tenía alternativa. La electroporación es la última técnica de ablación incorporada y permite quemar el tumor con electricidad destruyendo la membrana celular y respetando el resto de estructura.
Se trata de un tratamiento altamente eficaz también para el cáncer de páncreas, el más letal en su pronóstico y un órgano rodeado de piezas vitales «como puede ser un vaso sanguíneo que al quemar con calor o frío genera más dificultad», añade la doctora Sempere que lamenta que a día de hoy, esta técnica de intervencionismo oncológico todavía no se realice en el hospital de referencia.
El apunte
En el cáncer de páncreas se alarga la supervivencia
2 comentarios
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......y como no apuntes bien te quema otra cosa...
Esta técnica todavía no se realiza en Son Espases. ¿Por qué?