Pescadores pesan y ponen en cajas las capturas del días para llevarlas a la Lonja. | Pilar Pellicer

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En 2019 se estableció un acuerdo en el Parlamento Europeo, a través de un Consejo, para implementar un plan plurianual para las especies demersales en el Mediterráneo occidental por el cual se modificaba el Reglamento de 2014, vigente hasta ese momento. De esta manera se pactó un régimen de gestión del esfuerzo pesquero, que este 2024 alcanzará su máxima tasa, de un 40%, que limita los días que se pueden faenar anualmente. Para suplir las pérdidas que generarían menos jornales, se estableció también un sistema de subvenciones. Sin embargo, la gestión de dichas subvenciones tienen indignados a los pescadores de Baleares, ya que como muchos afirman: «Llegan mal y tarde».

Jose María Coca Oliver es pescador del ‘Josep Paraguay', está de acuerdo con que se paren ciertos días al año, pero condicionados a que «las subvenciones lleguen y que no sea al cabo de los años». «Dijeron que ya no las darían y no hay derecho», comenta enfadado, y es que, además de llegar tarde, las ayudas han estado paradas, como las de 2022 que se han anulado. Otro aspecto que no le gusta a Coca es la manera de regular en base a la zona geográfica: «Tampoco hay derecho que dejen faenar por Marruecos todos los días y a nosotros no. Tanto los armadores como los marineros están indignados».

«No hay derecho, es que no hay otras palabras. Todo es política y los perjudicados, los pescadores. Aquí nos vamos a quedar sin barcos y sin nada», critica. «Mis jefes tienen hijos, que querían seguir pescando y sus padres no han querido que sigan porque todo se va al garete», sentencia. Cabe destacar que el caladero de Marruecos y Baleares es común, sin embargo, las normas comunitarias no se aplican igual en ambas zonas, haciendo que en las Islas haya reducción del esfuerzo y en el país africano esté permitido faenar los siete días de la semana.

Sobre cómo se establecen los días límites, el presidente de la Federación Balear de Cofradías de Pescadores, Domingo Bonnin, explica que cuando se configuró el reglamento europeo se hizo en base a la media de los jornales realizados en 2015, 2016 y 2017, de cada barco del Mediterráneo occidental, y sobre esa media se aplicó la línea base. Por ejemplo, al barco ‘Es Llevant' le tocaban de media 220 jornales sobre la que se aplicó la reducción, pero otros barcos ya partían con menos por tener una media de 180 días. En el caso de ‘Es Llevant' «son unos privilegiados», pues sus medias son de las más altas en la lista; sin embargo, Bonnin teme que otras embarcaciones más perjudicadas «saquen el cuello» por la situación.

Menorca, los más perjudicados en Baleares

Por ejemplo, en Ciutadella, se parte de una base mucho menor a consecuencia del mal tiempo que padece la isla buena parte del año. En su caso se parte de una media de 140 días, que tras la reducción del 40%, deja a los navales menorquines con una cuota de 100 escasos días anuales para pescar. Al margen de las inclemencias del tiempo, «tampoco se tuvieron en cuenta otros factores a la hora de legislar», lamenta Bonnin, como que «en la Península hay barcos que hacen dos semanas de paradas biológicas para respetar el recurso», pero «no se contabiliza el tiempo que han parado como días trabajados».

Sobre esta cuestión, el presidente de la Federación dice que están pendientes de que salga una resolución, acerca de las ayudas: «Ahora está sobre la mesa el primer borrador del reglamento, saldrá la orden ministerial con las posibles ayudas -entendemos que habrán- y si todo esto fuera conjunto pues genial, pero todo va por separado. Tiene pinta de que saldrán en mayo, que es cuando sabremos lo que nos toca y lo que no».

Antonio Martínez, mecánico de ‘Es Llevant', se queja de que el colectivo pesquero balear ha llegado a cobrar la subvenciones de 2021 ahora, en mayo de 2023. «Tienen dos años vista tranquilamente y con la de 2022, de momento denegada», aclara. En este sentido, las ayudas salen de los fondos comunitarios, en Bruselas; tienen que pasar por Madrid, para que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación saque un decreto marco base sobre las mismas; y luego llegar a las Islas, para ser gestionadas por la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural.

Las subvenciones serían «más o menos decentes» y suplirían la reducción de jornada, «si se cobraran dentro del mismo año, porque el sacrificio se hace ahora, pero los días que no se han trabajado este año los cobraremos dentro de medio año», añade. A esta delicada situación se suma un factor más, la Conselleria «suele retrasarse a la hora de repartir el dinero una vez llega a sus manos», finaliza Martínez.