Imagen de archivo de una intervención quirúrgica. | Efe

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El Govern lleva casi cinco meses sin aplicar el Decreto de Garantía de Demora sanitario que limita los plazos máximos de respuesta del IB-Salut a la atención no urgente de los pacientes y ayuda a reducir las listas de espera. La normativa quedó suspendida por pandemia de COVID, tal y como recoge el mismo documento. Cuando el Consejo de Ministros declaró el fin de la crisis sanitaria el pasado 4 de julio decayeron todas las medidas extraordinarias acordadas para abordar esa situación. El Decreto de Garantía de Demora volvía, entonces, a entrar en vigor en Baleares.

La diputada del PSIB, Patricia Gómez, le preguntó sobre ese asunto a la consellera de Salut, Manuela García, en el pleno del Parlament del pasado martes. La respuesta fue que en los próximos días se hará público «un plan de abordaje de las listas de espera con una diagnóstico preciso y con los recursos de que disponemos». Sin embargo García no concretó que pasaría con el Decreto que a día de hoy no se está aplicando.

Para abordar las demoras sanitarias «trabajamos con las diferentes gerencias», apenas desveló. Y rescató unas declaraciones de Gómez, quien precisamente fue su antecesora en el cargo, para completar su argumento: «Necesitaremos dos años para volver a las cifras previas a la pandemia», dijo. Fueron el pasado mes de enero, luego contempla un año y medio de margen. «No me pida que en cuatro meses le resuelva una situación que ustedes han creado en los últimos ocho años», añadió Manuela García.

Para ser justos, en la legislatura de 2015/2019 el primer gobierno del Pacto de Izquierdas, ya con Gómez al frente, logró rebajar considerablemente el tiempo medio de espera en la sanidad pública. Fue en esa época en que se retomó un derogado Decreto de Garantía de Demora para asegurar la asistencia del paciente en menos de dos meses si se trata de una primera visita en el especialista, o en menos de seis si es para una intervención quirúrgica.

Con la llegada de la pandemia cuando la actividad asistencial no urgente se paralizó para atender únicamente a los pacientes de COVID se trastocó el sistema sanitario y el decreto quedó por, su propia definición, suspendido. En un caso excepcional, no se podía dar un servicio regular.
Durante los tres años de emergencia sanitaria, trabajando con insistentes olas de contagios, las listas no pararon de crecer y lo más probable es que, para volver a la normalidad de prepandemia, se tarde más que el año y medio de margen que se ha dado el Govern.

El pasado mes de octubre se recuperó al fin la actividad ordinaria y, tal y como recordó Gómez, pese a las cifras históricas Balears es de las comunidades que mejor se estaba recuperando de una situación que afectó por igual a todas las comunidades.